capitulo 37

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**Narra Juana**

Gonzalo estaba muy nervioso y yo igual que el. Cuando lo vi en el vestuario por fin salieron de mi boca esas palabras que se que el tanto deseaba escuchar. Le dije que lo amaba. Y era real. Lo amo tanto. Y no puedo creer que sea el, el padre de mi bebe.

Me ubique en la tribuna. Gonzalo se había encargado de conseguirme la entrada. Me toco al lado de una mujer rubia, de ojos claros. Me miraba y sonreía.

-         Hola.

-         Hola señora.

Unos minutos mas tarde, se acerca otro hombre a su lado. Y ahí me doy cuenta que son los padres de Gonzalo. El hombre es igual que el. Y detrás caminan tres chicos mas con sus respectivas familias.

No puedo creer lo que me acaba de hacer Gonzalo. Planeo todo para que yo estuviera al lado de su familia.

-         Querida no te preocupes, ya sabemos quien sos.- me susurro su mama.

-         ¿Disculpe?-dije desconcertada

-         Si. Yo soy Nancy, la mama de Gonzalo. El es Jorge su papá. Ellos sus hermanos y sobrinos.

-         Aah. Un placer Nancy. Yo soy...

-         Juana, la novia de mi hijo. Ya lo sabia. Un placer querida.

-         Lindo ámbito para conocernos- dijo detrás de Nancy Jorge.

Nos reimos los tres. Y los sobrinos de Gonzalo comenzaron a gritar

-         EL TIO. AHÍ VA EL TIO.-decian al unisono.

Salía el equipo a la cancha. Gonzalo estaba muy serio. Se le notaba que estaba muy nervioso.

Todos los jugadores miraron hacia la tribuna y aplaudían. Saludando.

Gonzalo miro hacia nuestro sector y nos dirigio una sonrisa. Me miro fijamente, y me lanzo un beso. Me puse colorada. Muy vergonzosa.

La familia de Gonzalo gritaba como loca.

**Narra Gonzalo**

Entramos a la cancha y allí estaba toda nuestra gente. Mire hacia donde estaba mi familia y encontré a Juana sentada al lado de Nancy. Le tire un beso por impulso y se puso roja. No pude evitar sonreir.

Bien llego la hora del himno. Fue el momento mas emocionante, como siempre nos pasaba. Se nos ponía la piel de gallina al escuchar la ovacion y la euforia de nuestra gente.

Bien, el arbitro toco el silbato. Comenzó el partido.

Yo te esperaba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora