Al regresar al palacio, atravesé los jardines mientras los pájaros cantaban en los árboles, creando una melodía que acompañaba mis pensamientos mientras me dirigía al harem. Al entrar, me encontré con mi madre, Yunet, y mi hermana, Nefertari.
-Naliah, ¿dónde estabas tan temprano?-preguntó mi madre con su tono autoritario, uno al que estaba demasiado acostumbrada.
-Estuve caminando cerca del río para despejarme, mamá -respondí con cautela, sabiendo que mis palabras debían ser medidas.
Yunet me miró con un ceño fruncido.
-Deberías haber avisado, no es seguro andar sola por ahí -añadió Nefertari, su voz cargada de preocupación genuina.
-Lo sé, pero estoy bien -dije, intentando calmar las aguas-. Además, conocí a una chica llamada Miriam. Es muy interesante y amable.
Intenté desviar la conversación hacia algo más ligero, pero mi madre no parecía dispuesta a dejarlo pasar.
-Miriam, nunca he oído ese nombre -comentó Yunet, el desdén evidente en su voz.
-Ella es una esclava, mamá. Pero tiene una sabiduría y una calidez en su corazón -dije con admiración, esperando que mis palabras pudieran suavizar su desdén.
Yunet se quedó inmóvil por un momento antes de explotar.
-¡Una esclava! -exclamó, su disgusto evidente-. ¿Cómo te atreves a hablar con esa gente? Son inferiores a nosotros.
-Pero ella fue muy amable y sabia, Madre.-intenté explicar, mi voz temblando un poco.
-No quiero excusas, Naliah -dijo agresivamente, sus palabras cortando el aire-. Deberías estar más preocupada por tus obligaciones como hija del sumo sacerdote que por mezclarte con unos asquerosos esclavos. Haz que no vuelva a pasar.
Suspiré resignada, asintiendo y mirando hacia abajo, sabiendo que intentar hacerla entender sería inútil. Sin decir más, Yunet se dio la vuelta y se marchó.
Nefertari se acercó a mí, su mano cálida en mi hombro.
-¿Estás bien, hermana? -preguntó, su voz suave.
Asentí, sin encontrar las palabras para expresar mi frustración.
-Nuestro mundo es muy diferente al de las esclavas. Madre no quiere que te mezcles con ellas -explicó Nefertari, su tono comprensivo.
-No entiendo por qué no podemos hablar con ellos. Son personas como nosotras -le respondí, la frustración burbujeando dentro de mí.
Nefertari suspiró, tratando de encontrar las palabras adecuadas.
-Naliah, tienes que entender que somos privilegiadas aquí. No podemos simplemente hablar con cualquiera que queramos -dijo, intentando ser razonable.
Sabía que tenía razón, pero la injusticia de la situación todavía me irritaba. Después de un largo día, decidí que un baño relajante me ayudaría a despejar la mente. El agua tibia y el suave aroma de los aceites me ofrecieron un respiro, aunque fuera temporal.
Más tarde, mientras paseaba por los jardines del palacio, disfrutaba del fresco aroma de las flores, cuando de repente choqué con alguien.
-Lo siento mucho, no te vi venir -dijo él, disculpándose rápidamente.
Levanté la vista y vi a Moisés, de quien Nefertari hablaba con frecuencia.
-No te preocupes, también fue mi culpa -respondí, sonriendo para aliviar cualquier incomodidad.
Cuando éramos niños, antes de mi partida a Noph, había conocido a Moisés. Sin embargo, no éramos tan cercanos como lo era yo con Ramsés, ya que Moisés era más cercano a Nefertari.
-¿Cómo te estás acomodando en el palacio? ¿Todo bien? -preguntó Moisés, sus ojos amables reflejando genuina preocupación.
-Sí, gracias por preguntar. Ha sido un poco abrumador volver después de tanto tiempo, pero estoy agradecida de estar de regreso en mi hogar -respondí, devolviéndole la pregunta-. Y tú, ¿cómo has estado? ¿Todo bien con tu familia y tus responsabilidades en el palacio?
Moisés sonrió, con una chispa de orgullo en sus ojos.
-Sí, todo está bien. En realidad, estoy muy ocupado con las obras del palacio. Soy el arquitecto encargado de supervisar todas las construcciones -dijo con una sonrisa.
-Entiendo. Debe ser muy difícil, ya que el soberano espera mucho de tu trabajo, ¿no es cierto? -pregunté, admirando su dedicación.
-Sí, pero me gusta lo que hago. Es un trabajo importante y me hace sentir útil -respondió Moisés, su voz llena de determinación.
Lo miré fijamente, impresionada por su pasión y compromiso. Aunque yo nunca había considerado trabajar en algo así, admiraba a las personas que se enfocaban en sus objetivos y trabajaban duro para conseguirlo.
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𝑳𝑨𝑩𝒀𝑹𝑰𝑵𝑻𝑯-𝑴𝑶𝑰𝑺𝑬𝑺
Fanfiction𝘕𝘢lia𝘩 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘳 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘥𝘪𝘧𝘪𝘤𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘭 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘴𝘦 𝘥𝘢 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘧𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘱ó𝘴𝘪𝘵𝘰. ╰────── ───✧──────────╮ -𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵 𝘪𝘯...