Después de mi conversación con Amenoteph, me dirigí a mis aposentos, donde encontré a Karoma preparando mis vestidos para el día siguiente.
-Karoma-dije, cerrando la puerta tras de mí.-Necesito que hagas algo por mí.
Ella se inclinó respetuosamente.-Lo que sea, mi señora.
-Quiero que vigiles de cerca a Nefertari. Observa con quién habla, qué hace. Si intenta acercarse a Amenoteph o comunicarse con alguien fuera del palacio, quiero saberlo inmediatamente.
Karoma asintió, entendiendo la gravedad de la situación.-Será hecho, mi reina. Vigilaré cada movimiento de Nefertari.
A la mañana siguiente, los primeros rayos del sol se filtraban por las cortinas de seda cuando sentí a Ramsés moverse a mi lado, Su respiración cambiando mientras se despertaba lentamente.
Antes de que pudiera incorporarme, escuché un suave golpe en la puerta.-Adelante.-ordené, mi voz aún ronca por el sueño.
La puerta se abrió lentamente, y Nefertari entró. Llevaba un elegante recipiente de alabastro lleno de agua fresca y un delicado paño de lino sobre su brazo. Su peluca, una vez adornado con joyas, ahora era una simple peluca de las que usaban las siervas. Sus ojos, que alguna vez brillaron con orgullo real, ahora estaban bajos, evitando mirar directamente a Ramsés o a mí.
-Buenos días, mis soberanos.-dijo Nefertari, su voz apenas un susurro mientras se inclinaba profundamente.-He traído agua para su aseo matutino.
Ramsés se incorporó abruptamente, claramente sorprendido por la presencia de Nefertari en nuestros aposentos privados. Lo sentí tensarse a mi lado, su mirada alternando entre Nefertari y yo.
-Naliah,-murmuró, su voz llena de confusión y un toque de reproche.-¿Qué significa esto?
Mantuve mi rostro impasible, ignorando la pregunta de Ramsés por el momento.
-Acércate, Nefertari-ordené, mi voz firme pero no cruel.
Nefertari avanzó con pasos medidos, su gracia
real aún evidente en cada movimiento. Colocó el recipiente en la mesa junto a nuestra cama y extendió el paño.-¿Desea que le ayude con su aseo, mi señora?- preguntó Nefertari, su voz temblorosa.
Pude ver el conflicto en sus ojos, la lucha entre su orgullo herido y la necesidad de cumplir con su nuevo papel. Por un momento, sentí una punzada de culpa, pero la aparté rápidamente.
-No será necesario,-respondí, tomando el paño de sus manos.-Puedes retirarte por ahora. Te llamaré cuando te necesite para ayudarme con mi vestimenta y joyas.
Nefertari asintió, inclinándose nuevamente antes de retirarse. Cuando la puerta se cerró tras ella, Ramsés se volvió hacia mí, su rostro una mezcla de emociones.
-Naliah,-comenzó, su voz tensa.-¿Era esto realmente necesario? Nefertari es la madre de Amenoteph...
-Y ahora es mi sierva.-interrumpí suavemente, mojando el paño en el agua fresca.-Ramsés, mi amor, esto es por el bien de todos. Nefertari necesita entender su nueva posición, y el resto del palacio necesita verlo también. Es la única forma de mantener el orden y proteger a Amenoteph de los rumores dañinos.
Vi la lucha en los ojos de Ramsés, el conflicto entre su amor por mí y su afecto pasado por Nefertari. Finalmente, asintió lentamente.
-Supongo que tienes razón,-concedió, aunque pude detectar una nota de duda en su voz.-Pero debemos tener cuidado, Naliah. No quiero que esto se convierta en una fuente de resentimiento o conflicto.
ESTÁS LEYENDO
𝑳𝑨𝑩𝒀𝑹𝑰𝑵𝑻𝑯-𝑴𝑶𝑰𝑺𝑬𝑺
Fiksi Penggemar𝘕𝘢lia𝘩 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘳 𝘱𝘰𝘳 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘥𝘪𝘧𝘪𝘤𝘶𝘭𝘵𝘢𝘥𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘢𝘭 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘴𝘦 𝘥𝘢 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘧𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘱ó𝘴𝘪𝘵𝘰. ╰────── ───✧──────────╮ -𝘍𝘢𝘯𝘧𝘪𝘤𝘵 𝘪𝘯...