𝘷𝘢𝘴 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳 𝘢 𝘵𝘶 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘢 𝘺 𝘵𝘦 𝘷𝘢𝘴
"busco a mi prima y me voy"
"busque a mi prima, pero no me fui, y ni me pienso ir"
𝙊𝙇𝙄𝙑𝙄𝘼; una murciana de 21 años profesora de infantil
𝙂𝘼𝙑𝙄; futbolista sevillano de 18 años que no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me quede en shock cuando los vi, gritándose el uno al otro. Sira me cogió por los hombros y me intento alejar de ellos para que la situación no empeorase con mi presencia. Pero yo no podía dejarlos así teniendo en cuenta que peleaban por mi culpa.
—Mira Hugo, dejame. No quiero movida.
—¿Qué mancharía tu reputación? Agresivo en el campo y en la vida real. Un peligro para el futbol y para la sociedad.
—Solo me lo estoy pasando bien con mis amigos.
—También te lo pasaste bien con mi novia, ¿no?
—Hugo estas borracho, para.-le intente calmar yo.
—Andaaaa, la que faltaba para tener el triangulo completo.
—Estas montando el espectáculo, tío.
—Me han despedido de aquí, así que tampoco tengo mucho mas que perder.
—La dignidad.- dijo Pablo por lo bajo.
—¿Qué has dicho? Dilo más alto si te atreves.
—Tranquilízate. No metas a Pablo en esto.
—Serás puta.- dijo ahora acercándose a mi. Pero Pablo le apartó con la mano en el pecho.
—Ten un respeto y más cuidado si no te quieres quedar sin dientes.
—Uyyy el niño sabe amenazar, vamos a ver si sabe pegar.
—Parad. Aquí dentro no.
—Venga, dime Gavi. ¿Por que me la robaste? Ni que este tan buena...- Gavi empezó a apretar los puños y a cabrearse aún más.
—Cállate, Hugo.- dijo en tono de advertencia.
—¿La vas a defender?, jo que bonito. Espera, ¿no me digas que la quieres?, lo único que sabe es mamarla bien.- y eso fue el detonador que hizo que Gavi le enganchase un golpe en toda la cara. Hugo no se quedo atrás y también le pegó.
En ese momento la visión se me nubló. Desconecte del mundo real. Solo se que Sira me arrastró al aire libre mientras me intentaba calmar.
—Tranquila, Ferran esta con él.- luego de unos minutos unos guardias salieron con todo el grupo de amigos. Les habían echado. Y cuando lo vi, con una herida en el pómulo me levanté como un resorte. Sin importarme de que todos veían. Y me acerque a él.
—Pablo...-no me dejo tocarle la cara y se marchó. ¿Estaba enfadado?
—No te preocupes, Gavi es así.
—Ahora mismo se siente impotente, cabreado y como una mierda. Le llevo yo a su casa, estate tranquila.- me dijo Pedri. Y me dejó un beso en el pelo en señal de cariño y apoyo.
