𝘷𝘢𝘴 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳 𝘢 𝘵𝘶 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘢 𝘺 𝘵𝘦 𝘷𝘢𝘴
"busco a mi prima y me voy"
"busque a mi prima, pero no me fui, y ni me pienso ir"
𝙊𝙇𝙄𝙑𝙄𝘼; una murciana de 21 años profesora de infantil
𝙂𝘼𝙑𝙄; futbolista sevillano de 18 años que no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV OLIVIA
—Buenos días.
—Buenos días, payasete.
—Toc toc.- se oyó como simulaban llamar a la puerta con la boca. - ¿No estaréis haciendo un mañanero? ¿No?
—No, Eric, puedes pasar. - ambos nos incorporamos totalmente de la cama para ver lo que el catalán nos quería decir.
—¿Vamos a la playa?
—¿Para eso nos despiertas?- dijo Pablo de mal humor. Ya desde por la mañana con genio.
—Jooo. Es que quiero ir a la playa.
—Anda, no te hagas el niño pequeño y vete a ponerte el bañador. - del umbral de la puerta aparecieron los dos morenos de la casa saltando.
—Sabia que mamá aceptaría.— dijo Balde.
—Aunque papá es un malhumorado.— le siguió Ansu.
—Me volvéis a llamar papá y malhumorado y os quito los ricitos de cuajo.
—Si, papá.- se marcharon corriendo antes de que Gavi se pudiera levantar.
—Supongo que nos toca ir a la playa.
—No te quejes, a mi me encanta la playa.
—A mi no. La arena se te queda en sitios indeseados y luego tener el salitre pegado a tu piel.
—Es verano. No me seas aguafiestas y ponte el bañador.
—Que remedio.
Bajamos una vez puestos con la ropa de la playa y nos dispusimos a ir. No íbamos a tener mas problemas con el coche ya que en la mañana Ferran y Frenkie habían ido a alquilar otro para movernos por la isla.
— Yo he vivido un secuestro en contra de mi voluntad. Me merezco ir de copiloto.- dijo Ferran y partimos rumbo a la playa.
Una vez allí, media isla estaba. Pese a los metros cuadrados de la playa, esta se veía a abarrotar de gente, cabezas y toallas. Pero encontramos un sitio para ponernos todos, sorprendentemente.
El sol abrasador nos hizo meternos en el agua. Estuvimos un rato chiscándonos, hasta que a Balde se le metió agua en el ojo y le picaba.
—Ansu eres subnormal perdido, chaval. - le decía a su compañero pero al otro le parecía dar igual porque no paraba de reír.
Salimos del agua para que Alejandro no ahogase a Ansu, no queríamos más desgracias.
—Vas a quemarte.- estaba de frente al sol con los ojos cerrados y aún así diferencié la voz de Pablo.
