⭑𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 13⭑

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¿y la almohada?

¿y la almohada?

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POV PABLO

—¿Pablo, has visto la almohada?

—La tienes aquí.- le dije señalando encima de la cama.

—Digo la que hay de sobra, para ponerla entre nosotros.

—Pues no tengo ni idea.-. mentiroso

Era la una y media de la mañana y nos quedamos ella y yo y toda su familia (menos los peques que ya estaban durmiendo) cantando en el salón hasta ahora.

Y he aprovechado cuando Olivia se estaba poniendo el pijama para esconder la almohada de repuesto. No quería dormir lejos de ella. Y aunque estuviésemos en la misma cama, ella formaba una barrera entre nosotros.

—Una pena, tendremos que dormir acurrucaditos.

—Que remedio. Yo no pienso dormir en el sofá y tampoco te veo a ti con la intención de moverte.

—Me encantan tus pecas. - Espera.¿ lo he dicho en alto?

—No mientas. Son horribles.- ella estaba sentada al borde de la cama y al escuchar sus palabras me levanté de estar tumbado para sentarme a su lado.

—La que mientes eres tú entonces.

—Martin las odiaba...- no tuve que suponer mucho de quien era porque su primo ya lo había nombrado en una ocasión y al ver su expresión supuse que no había acabado bien con su ex.

—Pues si que es un gilipollas.- ella levanto la vista del suelo para juntarla con la mia. Inconscientemente me acerque y ella hizo lo mismo. Pero al parecer, pensó algo haciendo que se separase de mi y se tumbase en el lado de su cama.

—Ya es tarde, vamos a dormir.

Estaba hecho un cacao en la cabeza. Últimamente me siento muy bien con Olivia, pero bien en el sentido algo más. Cuando la vi con Hugo en aquella fiesta no me saco de la cabeza como hacer para ser él. Luego hoy, cuando nos besamos... buf, no se ni como explicarlo.

Ya con el pico hizo que la tripa se me revolviera por completo, pues imaginate cuando se avivó la cosa. Creo que él beso era lo que necesitaba para aclararme del todo.

Me encantaba Olivia.

Me hecha a su lado, ella estaba de espaldas a mi y pude ver sus ondas pelirrojas que la hacian preciosa. Le coloqué bien el pelo para que no lo tuviese por toda la cara y luego le pase mi brazo por su cintura , abrazándola.

Bendita almohada desparecida.

—No soy un peluche.

—No, porque no tienes botón de silencio. Duerme y calla.

¿𝑁𝑂 𝑇𝐸  𝑆𝐴𝐵𝐸𝑆  𝐿𝐴𝑆  𝑇𝐴𝐵𝐿𝐴𝑆? pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora