𝘷𝘢𝘴 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳 𝘢 𝘵𝘶 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘢 𝘺 𝘵𝘦 𝘷𝘢𝘴
"busco a mi prima y me voy"
"busque a mi prima, pero no me fui, y ni me pienso ir"
𝙊𝙇𝙄𝙑𝙄𝘼; una murciana de 21 años profesora de infantil
𝙂𝘼𝙑𝙄; futbolista sevillano de 18 años que no...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POV OLIVIA:
Me escondía algo. Lo sabía. De solo pensar que me estaba ocultando algo me temblaban las piernas.
Estaba alterada. Hoy me cogía un vuelo rumbo a mi tierra natal y no había vuelto a hablar con Pablo desde entonces. El me habia hecho varias llamadas perdidas pero yo no se las cogí. Me petó a mensajes y el único que fue enviado por mi parte era que hasta que no me dijese lo que me tenia que decir que no me hablase.
El siguió insistiendo, diciendo que no me podía marchar enfadada y sin vernos. Pero no me dio explicaciones ni hacer el atisbo de hablar de algo que no fuese que me iba a ir y que me iba a echar de menos.
Los cinco días se me hicieron eternos. Quería despejar de Barcelona y todo lo que lleva la ciudad.
Estaba de camino al aeropuerto en taxi.
En la entrada de este estaba casi todo el equipo. Me pillo de sorpresa que se encontrasen todos ahí para despedirme. Y con todos también entra su nombre.
—Ni que me marche cuatro años. Solo es un mes a Murcia.
—Pero hasta que vengas a Tenerife no te vemos.- Se habia organizado una escapada de cinco días al pueblo de Pedri, para celebrar el fin de los entrenamientos con la selección y el inicio de la pretemporada. Habíamos quedado en que yo iría un día más tarde y así pillaba el avión desde Murcia.
Me despedí de todos y me fue imposible no reír cuando vi a Pedri con los ojos medio llorosos. Como si fuese a llorar
—Pedri tío.- le dije y le abrace. Se le paso el medio disgusto que se traía.
—Te vamos a echar de menos.- llego el momento duro. Que no es precisamente despedirme de Pablo, si no mirarle a los ojos.
—Supongo que nos veremos en un mes...- todos se habían ido, dejándome a solas con el en las puertas del control del aeropuerto.
—¿Te vas a ir enfadada?
—No, espera. Que voy dando saltos de alegría y tirando cohetes.
—Entiende que no te lo pueda decir.
—Pues entiende tu que yo este enfadada.
—Si te lo digo te molestarás aun más que como estas ahora.
—Lo dudo. ¿Pero sabes que, Gavi? Ya me da igual. Si me lo quieres decir adelante, y si no pues vale. Pero luego no esperes que yo te cuente cosas o no te victimices por que te oculte cosas.- el torció la mueca.- ¿Ves? ¿A que molesta?, pues imagínate que te lleve pidiendo casi una semana que te sinceres.
—Tienes que entender que si te lo cuento te enfadarás más. Lo hago por nuestro bien
—Ya decidiré yo que me beneficia o no, cuando tenga la información necesaria. Pero lo que me hace gracia es que pases de decirme que es una cosa sin importancia a, literalmente, decirme que lo que coño te esté pasando me va a enfadar más.
