⭑𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 34⭑

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medalla de oro



—Nunca te quitaste el colgante

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—Nunca te quitaste el colgante.

—No.

—Yo ya pensaba que  lo habrías quemado, fui un guilipollas.

—Y lo sigues siendo.- me cogió de la cintura he impidió que me fuera de entre sus brazos.

—Me vas a tirar de la cama como no pares quieta.

—Y yo te tiraré de la cama como no me sueltes.

El sol nos estaba dando de lleno. A mi por la espalda ya que estaba el balcón detrás mío, y a Pablo le resaltaba los ojos marrones. Tenia el pelo revuelto ya que nos acabábamos de despertar y yo debía de estar igual ya que me pasó por detrás de la oreja un mechón. Estaba precioso con el anaranjado sol del amanecer en la cara.

—Voy a echar de menos Sevilla.

—Podemos bajar siempre que quieras. Mis padres estarían encantados.

—Ya, pero no siempre es feria.

—Hoy encima es el mejor día. Vamos a la caseta de los chicos de aquí. Y créeme que allí se pasa el triple de mejor.

—¿Estarán Carlos, Nico e Iker?

—Eso creo.

—¿Y Amaya también?

—Eso creo. Si no quieres...

—No, no pasa nada. Solo que será un poco incomodo.

—No creo. Ella estará con sus otras amigas. Y los chicos y nosotros a nuestro rollo.- levanto su mano para colocarse el pelo y sufrí un micro infarto.

—Espera. Quédate en esa postura.

—¿Qué?

—Quieto.- me puse a buscar mi bloc de dibujos y un lápiz y me senté en la cama para poder verle mejor. Y me puse a dibujarlo.

—¿Me vas a dibujar?

—Sí.

—Y luego niegas que no soy tu musa

—Es que estás muy guapo.

—Eso siempre.

Payaso... ¿A que por chulo ahora no te dibujo?- pero una vez hecha la primera línea era imposible parar.

—¿Puedo verlo?

—Todavía no. Cuando acabe.- le daba trazos a los labios con un lápiz aún más fino.

—Es que se me está cansando el brazo.

—Lo siento, no pinto caras normalmente.

—¿Por?

¿𝑁𝑂 𝑇𝐸  𝑆𝐴𝐵𝐸𝑆  𝐿𝐴𝑆  𝑇𝐴𝐵𝐿𝐴𝑆? pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora