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— Madre, he aceptado un cortejó y mi compañero es Neteyam-.

Apretó sus puños y motivo su labio inferior quería irse de ese lugar, todo su cuerpo estaba tenso e incluso su estomago dolía  además de que mantenía una postura exageradamente recta hasta que se escuchó una risa resonando por toda la cueva y dicha risa (por no decir que era una casi carcajada) que provenía del chico Omatikaya y cómo respuesta el joven Metkayina le había lanzado la funda de su cuchillo directo a la cara haciendo que el quejido del pelinegro resonara por toda la cueva.

— Te escuchas nervioso-.

— Lo estoy intentando -. Dijo al mismo tiempo que recogía su funda y de paso golpeaba la nuca del Omatikaya quien no dejaba de reírse de su mala actuación. — Y no me estás ayudando- .

— Lo siento -. Hablo mientras le ofrecía tomar asiento a su lado .— Se que es difícil, pero ya sabremos cómo decirles a nuestros padres -.

Ao'nung había aceptado la invitación del chico Omatikaya para sentarse a su lado y ambos terminaron acurrucándose al mismo tiempo que Neteyam pasaba su brazo detrás de la espalda del chico Metkayina para abrazarlo.

— Creo que entre los cuatro la que más me preocupa es mi madre, aún sigue molesta -. Dijo mientras recargaba su cabeza sobre el hombro de Neteyam, sinceramente estaba algo agotado por todo lo que había pasado.

Ya habían pasado algunos días desde que se realizó su ceremonia  de mayoría de edad y desde que los líderes e hijos mayores de cada isla se habían retirado a sus respectivos hogares, en ese lapso de tiempo Ao'nung le comento sobre su charla con Ela'itan a Neteyam quien estaba contento por como resultaron las cosas y que pudieran resolver sus diferencias pero cada vez que tenía oportunidad Neteyam se dedicaba a abrazar y besar  en el cuerpo del joven Metkayina como "protesta" para reclamarlo cómo suyo, no era que le molestará las muestras de afecto pero lo consideraba algo exagerado pero ese era el menor de sus "problemas", a pesar de los días su madre ha seguido insistiendo en que aún puede organizar otra reunión con los hijos mayores de cada isla para que pudiera conocerlos mejor y aúnque se negaba rotundamente a hacerlo, de alguna forma volvía a sacar a la luz ese tema aún cuando se había dejado de lado por parte del joven heredero.

— ¿Y si tomo tu mano mientras hablás con ella? Así ambos podríamos hablar con ellos-. Dijo repartiendo pequeños besos en la frente del menor quien los recibió gustosamente.

— Eso puede funcionar, me sentiría tan protegido por mi gran Guerrero Omatikaya -. Así solto un pequeña risa antes de besar la mejilla del pelinegro.

— Eres mi compañero ¿No? De alguna forma tengo que hacerlo mi querido Olo'eyktan-.

Así ambos empezaron con un tierno beso que al cabo de algunos segundos empezó a intensificarse, lo que provocó que Neteyam tomará de la cintura de Ao'nung para cargarlo hasta su regazo y nuevamente empezar a repartir besos  por todo su cuello, hombros y parte de su pecho haciendo que deseara más del joven heredero, quien soltaba algunos suspiros ante las caricias del joven Omatikaya, su lengua gruesa se aferró a la más pequeña, negándose a soltarla hasta que pudo sentir como su aliento estaba a punto de agotarse separándose lentamente para recuperar algo de oxigeno. 

— ¿Puedo? ... -. En medio de su sesión de besos comenzó a bajar lentamente su mano hasta el dobladillo de la ropa del joven heredero pero antes de que pudiera desatar aquel nudo que sujeta la mayor parte de sus prendas el fuerte agarre del joven heredero le impidió avanzar más.

— ¡No!-. Hubo una ligera pausa antes de que continuara hablando, cosa que alarmo un poco al chico Omatikaya. — Aún no... -. Respondió lentamente pero su tono de voz fue un poco alto y parecía más bien alarmado lo que empezará a separarse del mayor. — Yo lo siento, solo que ... -. No tuvo tiempo para darle alguna explicación cuando sintió los labios de Neteyam sobre su frente para después juntar sus frentes.

𝐂𝐡𝐨𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora