𝐂𝐡𝐨𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐞

01

La mañana era tranquila, el único ruido que podía percibir eran las olas del mar rompiéndose contra la arena, ese día Neteyam había despertado mas temprano de lo habitual, tuvo esa extraña necesidad de salir fuera de su Marui familiar por unas horas antes de tener que cumplir con sus responsabilidades del día, no era que estuviera preocupado por algo en particular, solo quería un tiempo para reflexionar, sentía que había pasado mucho en tan poco tiempo, desde la llegada de su familia al Clan Metkayina y desde su casi muerte, aun creía que era un milagro, un verdadero regalo de la Gran Madre Eiwa, recuerda que los primeros días fueron verdaderamente dolorosos, su cuerpo se sentía tan pesado como liguero solo podía escuchar a sus padres decir lo valiente y fuerte que era, los cuidados de la Tsahik Ronal fueron de gran ayuda pero tenia que admitir que su trato había sido algo rudo, aunque seguramente se debió por la urgencia de del asunto.

Pasaron días para que realmente estuviera fuera de peligro, pero después de eso no sabe que paso, fácilmente pudo quedar inconsciente por días y siendo algo exagerado quizás semanas, lo que si recuerda era una dulce melodía que resonó dentro de su cabeza durante esos días junto con algunas imágenes que estaban presentas vagamente, solo sabia que habían sido hermosas, "La Gran Madre te permitió pasar por su ojo, siéntete afortunado", eso fue lo que Ronal le dijo cuando finalmente abrió los ojos, y si realmente se sentía afortunado que Eywa le diera otra oportunidad de vivir.

Los días de su rehabilitación tambien fueron duros, en muchas ocasiones tuvo la sensación de que su cuerpo no podía moverse en lo absoluto y que su herida dolía mucho, pero siquiera logro superar todo eso ahora lo único que quedaba de eso fue una curiosa cicatriz que se extendía en el centro de su pecho pero seguía siendo tan fuerte como un Ikran.

Desde eso ya habían pasado 3 años, casi 4, ahora su familia y el han mantenido un estilo de vida bastante pacífico dentro del clan Metkayina y de hecho se sentía más tranquilo de lo que esperó ya que por el momento no se habían dado noticias sobre la gente del cielo, tanto al clan como a su familia eso los mantenía un poco alerta ya que resultaba ser muy pacífico para su gusto, pero realmente no quería pensar en eso, al menos no por el momento, ahora solo pensaba que tendría que regresar.

Pensaba que las cosas seguirían siendo tranquilas en el clan cuando regresara considerando que aun era relativamente temprano pero no, el pueblo se había puesto muy ajetreado, podía ver como la gente se movía de a un lado a otro con varias decoraciones en sus manos, reconocía a algunos de los cazadores que llegaban a la orilla de la playa con sus redes llenas de pescado, aunque el día anterior habían llegado con una buena tanda que por lo menos duraría algunos días, así que estaba perdido, no podía recordar que fecha importante se estaba celebrando.

Lo más lógico sería simplemente preguntar a cualquier na'vi que pasará a su lado, pero se veían muy ocupados y no deseaba interrumpir con una pregunta relativamente tonta, así que espero poder visualizar a alguien que fuera más cercano a el, cómo la pareja de su hermano para preguntarle con más familiaridad.

Camino de regreso a su Marui familiar para reunirse con el resto de su familia y afortunadamente Tsireya ya se encontraba charlando con su hermano así que ya no tendría que buscarla e interrumpir lo que sea que estuviera haciendo.

- ¿Madrugado? -.

Preguntó Lo'ak a manera de una pequeña burla al ver a Neteyam caminando hacia la entrada de su hogar, no era que el despertara antes que su hermano, al contrario despertaba un poco después que el pero le causaba algo de gracia los días que madrugaba antes que todos, incluyendo sus padres, a su pregunta simplemente le respondió con liguero golpe amistoso en su hombro.

- Buenos días Neteyam-.

La chica Metkayina saludo cortésmente no solo a el chico Omatikaya si no que también al resto de la familia, algo que debió hacer desde el inicio pero se había distraído con Lo'ak que la recibió cuando llegó y olvidó por completo que aún la familia estaba presente.