𝐂𝐡𝐨𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐞

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A medida que se acercaban, las miradas de los habitantes de Omatikaya se posaban en ellos con curiosidad. A medida que los Metkayinas se integraban en la multitud, algunos habitantes de Omatikaya murmuraban comentarios en voz baja, críticos de las diferencias en la apariencia y la forma de vestir de los visitantes.

— Bienvenidos al clan Omatikaya - dijo Mo'at con una sonrisa cálida -. — Estamos encantados de tenerlos aquí.

Los Metkayinas se acercaron a Mo'at, saludándole con respeto. Sin embargo, algunos de los miembros de los Omatikaya seguían mirando a los visitantes con curiosidad y hasta cierto grado con algo de desaprobación. Susurros y miradas críticas se extendían entre ellos mientras los Metkayinas eran guiados al centro del asentamiento.

Hasta Tsireya que por lo general trataba de evitar la confrontación se sentía incómoda y frunciendo el ceño, todos los jóvenes Metkayina tenían una expresión algo tensa aunque los chicos Sully llegaron a sisear y mostrarse más ariscos rodeando a los na'vi del arrecife en una muestra de protección sin embargo, la tensión persistía, y algunos Na'vi del clan Omatikaya no podían evitar mirar a los Metkayina de manera crítica. Había comentarios refiriéndose la longitud de las colas, la robustez de sus cuerpos y la apariencia general de sus rostros, afortunadamente para los jóvenes Metkayina los chicos Sully les ofrecieron un paseo para que conocieran el bosque antes de que se elevará el eclipse en el cielo. 

La densa selva de Pandora se extendía en todas direcciones, una maraña de árboles gigantes, lianas colgantes y plantas bioluminiscentes que emitían destellos de luz en la penumbra del bosque. La luz dorada del sol de Pandora se filtraba a través del dosel de la selva, creando un mosaico de sombras y resplandores en el suelo cubierto de hojas, por conveniencia de los hermanos todos fueron diferentes direcciones para pasar tiempo a solas con sus respectivas parejas.

La selva era un lugar mágico y misterioso, llena de vida y peligros, pero Neteyam estaba decidido a mostrar a Ao'nung la belleza y la armonía de su mundo. Ao'nung, por otro lado, se veía un poco inseguro.  pero aún no se sentía completamente cómodo en su nuevo entorno.

— Sigue mis pasos con cuidado -. Dijo Neteyam a Ao'nung en voz baja mientras avanzaban por el sendero del bosque -. La noche en bosque puede ser hermosa, pero también puede ser peligrosa-.  

Aonung asintió con atención y siguió a Neteyam mientras caminaban por un sendero serpenteante entre los árboles gigantes y las plantas bioluminiscentes que brillaban en la oscuridad. El bosque estaba lleno de sonidos misteriosos: el canto de las criaturas nocturnas, el susurro del viento entre las hojas y el crujido de las ramas bajo sus pies.

Neteyam comenzó a señalar las plantas y los árboles que encontraban en su camino, explicando sus propiedades y usos.

— Estas hojas son excelentes para hacer tejidos fuertes -. Dijo, tocando una planta de hojas largas que crecía junto al sendero -. — Y aquellos árboles allí son sagrados para nosotros, los Na'vi. Son los guardianes de nuestra cultura y nuestras tradiciones.

Ao'nung escuchaba atentamente, asombrado por la sabiduría y el amor con el que Neteyam hablaba sobre la riqueza del mundo que lo rodeaba. Poco a poco, comenzó a sentirse más conectado con la selva y más en sintonía con la naturaleza.

A medida que avanzaban, Neteyam señaló una cascada de agua cristalina que caía en una piscina rodeada de plantas luminosas. La luz de la luna iluminaba el lugar de manera mágica, creando un ambiente tranquilo y sereno.

— Mañana por la mañana podríamos pasar un rato aquí, pensé que te gustaría nadar por la mañana-. Anunció Neteyam tímidamente señalando la piscina. - Es un lugar seguro y protegido por la naturaleza misma. La cascada nos proporcionará agua fresca y limpia, y las plantas bioluminiscentes nos guiarán en la oscuridad. Ao'nung miró a su alrededor, asombrado por la belleza del lugar. Se sentía agradecido por la guía y la hospitalidad de Neteyam.