El sol descendía lentamente sobre la isla del clan Metkayina, envolviendo todo en un suave resplandor dorado. La luz del sol comenzaba a desvanecerse en el horizonte, tiñendo el océano de tonos cálidos y naranjas. Las olas suaves acariciaban la orilla, un acompañamiento perfecto para el bullicio alegre que resonaba desde el centro de la aldea, a decir verdad, era una pequeña celebración de bienvenida para los jóvenes Metkayina y la familia que regresaban con bien.
El aire estaba impregnado del aroma del pescado recién asado, frutas tropicales, y el humo de la leña que crepitaba en las fogatas distribuidas alrededor de la plaza principal. Las risas y el sonido de la música flautada llenaban el ambiente, con varios miembros del clan tocando instrumentos tradicionales, mientras otros charlaban animadamente o jugaban a juegos junto a las fogatas.
Alrededor de una de estas fogatas, en el centro de la celebración, Tonowari estaba sentado en un círculo junto a su familia y los Sully, compartiendo una comida abundante, la disposición era informal después de todo fue más que nada una cena algo apresurada y poco planeada con platos llenos de mariscos, frutas y diversos alimentos exóticos de los arrecifes que rodeaba su hogar. Jake y Neytiri estaban sentados junto a sus hijos, a un lado, Tsireya conversaba alegremente con Kiri, sus risas ocasionales cortando el murmullo general de la conversación.
Tonowari observaba todo con una sonrisa tranquila, pero su atención se desvió hacia su hijo, Ao'nung, que estaba sentado a su lado. A lo largo de la cena, Tonowari había notado algo peculiar en él. Ao'nung siempre había sido un joven con buen apetito, pero esa noche parecía estar comiendo más de lo usual. Comía con entusiasmo, más de lo que solía hacerlo en ocasiones festivas, y aunque esto no era necesariamente alarmante, el padre notó un cierto aire de nerviosismo en su hijo que no lograba identificar completamente.
Tonowari alzó una ceja mientras veía a Ao'nung tomar otro trozo de pescado asado y llevarlo a su boca con algo de prisa. Algo había cambiado. No solo su voracidad parecía distinta, sino que había algo en la forma en que Ao'nung interactuaba con los demás, algo más medido, casi como si estuviera conteniéndose o evitando llamar demasiado la atención.
— Veo que estás disfrutando la comida, hijo -. Comentó Tonowari con una sonrisa, su tono amistoso pero con un deje de curiosidad.
Ao'nung levantó la vista de su plato, con los labios aún brillantes de aceite natural que derramaba el pescado, y sonrió, tragando rápidamente antes de responder.
— Sí padre. Todo está delicioso -. Respondió con una sonrisa relajada, aunque un ligero nerviosismo se asomaba en sus ojos cuando limpio un poco de aceite de pescado sus labios, en cualquier otra ocasión le hubiera desagradado la sensación del aceite pero en ese momento no le dio importancia ese tema, era más estaba seriamente considerando comer aquel pescado con algo de fruta, pero definitivamente eso se vería muy extraño.
Tonowari no dijo nada más por un momento, pero su mirada continuaba observando a Ao'nung con atención. Con un gesto casual, tomó una jarra de licor que estaba al lado de su plato, y se la ofreció a su hijo.

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𝐂𝐡𝐨𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐞
Hayran KurguEywa le dio una segunda oportunidad de vida a Neteyam y se siente bendecido no hay muchas personas que han logrado atravesar el ojo de la gran madre Eywa y vivir para contarlo, pero ahora había algo que le quitaba el sueño y no era nada mas y nada m...