— Respiración profunda, como antes, tengo una sorpresa-. Aonung sonrió y se zambulló para llegar a la entrada de la cueva.
"¿Cómo voy a respirar cuando haces eso?" Neteyam sonrió no era que le molestará, solo que a veces le preocupaba que el joven heredero le "arrancará" el aire de sus pulmones cuando más lo necesitaba.
Neteyam nadó justo detrás de Ao'nung, mirando cómo se extendían las raíces del árbol, viendo cómo el heredero parecía seguirlas. Se agachó bajo un saliente y siguió al otro por un túnel resplandeciente. Otras plantas, peces y las raíces del árbol espiritual decoraban las rocas. Y muy pronto llegaron a la superficie, Neteyam mirando hacia una sección plana de la cueva. Salió del agua para palpar la estera tejida que cubría las rocas frías. La única luz dentro de la cueva era la del agua, las plantas y las raíces brillantes del árbol espiritual. Miró una canasta con una fruta grande y dos comidas atadas en una hoja. Cuando volvió a mirar a Ao'nung, ahora tenía el cabello fuera de su moño y tirado hacia la colchoneta, inclinando la cabeza hacia un lado para escurrirse un poco del agua de su cabello.
—¿Una cita ?-. Neteyam sonrió mientras se acercaba.
— Si, aunque no lo hice yo por completo, le había pedido a Tsireya que me hiciera el favor -. Ao'nung respondió algo sonrojado.
— Se ve bien-. Sonrió y vio que el otro tomaba una de las envolturas y se la entregaba.
— Gracias -. Murmuró algo tímido mientras desataba el nudo de las hojas para empezar a comer.
Se sentaron allí juntos, Neteyam con las piernas cruzadas y el otro pateando un poco los pies en el agua, con una mano de sus manos el Na'vi del bosque se estiró y aparto algunos de los largos rizos, palpándolos un poco, luego el collar. Observó cómo las orejas de Ao'nung se alzaban, cómo sus mejillas se oscurecían y adoptaban una linda pigmentación rosa y cómo su cola se movía algo ansiosa detrás de él. Apartó un poco la cara y comió un poco más, tratando de ocultar su evidente vergüenza. Para alguien a quien le gustaba bromear y burlarse de él, se vuelve increíblemente tímido cuando todo el enfoque está en él de una manera tan íntima. Neteyam se acercó para que sus piernas chocaran con las del otro, inclinándose y besándolo en los puntos brillantes de su mejilla.
— Come tu comida, skxwang-. Ao'nung dijo y volvió la cara de nuevo.
— Ya casi termino, pero no puedo evitar mirarte últimamente tu cabello no está totalmente recogido, luces muy lindo-. Neteyam respondió y vio como el otro sonreía un poco para sí mismo.
— Termina eso ya -. Habló y dejó la hoja a un lado, evitando la mirada con el mayor.
Neteyam asintió mientras observaba cómo el otro se giraba hacia la canasta. Rápidamente terminó su comida y vio que le daban la fruta, pero el otro volvió directamente a la canasta. Sonrió mientras miraba la fruta grande, era su favorita que las arboledas de Metkayina tenían para ofrecer. Cada vez que se le asignaba la cosecha de las arboledas, siempre se escondía una, así que Ao'nung tenía que traerle una. Ansiosamente mordió la piel, sintiendo sus mejillas y barbilla cubrirse con el jugo y sonrió brillantemente al otro que miró hacia atrás.
— Tan desordenado-. Ao'nung suspiró pero se acercó, lamiendo su mejilla haciendo que las orejas de Neteyam se animaran.
— No puedo evitarlo, no hay una forma limpia de comer esto-. Dijo antes de tomar otro bocado.
— La hay, pero eres muy impaciente-. El heredero respondió antes de extender su mano a una de sus mejillas antes de darle un pequeño beso, pero que el chico Omatikaya termino por profundizar acercando su cuerpo con la del joven Metkayina, fue un beso tierno pero finalmente Ao'nung se terminó separando con unas pequeñas risas. — Eres un desastre, estás lleno de jugo y todo pegajoso -.

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𝐂𝐡𝐨𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐞
أدب الهواةEywa le dio una segunda oportunidad de vida a Neteyam y se siente bendecido no hay muchas personas que han logrado atravesar el ojo de la gran madre Eywa y vivir para contarlo, pero ahora había algo que le quitaba el sueño y no era nada mas y nada m...