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 La luna de Pandora brillaba en el cielo nocturno, iluminando el asentamiento y creando un ambiente mágico. Ao'nung se encontraba en medio de la festividad, trabaja de seguir disfrutando de la compañía de algunos de los Omatikaya y su hermana y su amigo, estaba trabado de ignorar a la chica que bailaba con él hijo mayor de la familia Sully, agradecía ver cómo Neteyam mantenía su distancia pero aún así no dejaba de incomodar verlos juntos hasta que tuvo una sensación extraña, algo estaba mal.

Un dolor de cabeza comenzó a formarse en la parte frontal de su cráneo, un dolor pulsante que se hacía más intenso con cada latido de su corazón. Ao'nung parpadeó, tratando de ignorarlo y sumergirse en la celebración, pero el dolor persistente lo hizo sentir incómodo, se sentía mareando como si estuviera a punto de vomitar.

Decidió alejarse de la multitud y buscar un lugar tranquilo para descansar y recuperarse. Se excusó ante los chicos Metkayina y los amigos que había hecho en la fiesta y comenzó a caminar hacia el borde del asentamiento, donde la vegetación del bosque ofrecía un respiro de la música y el ruido.

A medida que se adentraba en la oscuridad de la selva, el dolor de cabeza empeoraba. Se apoyó contra un árbol gigante y cerró los ojos, tratando de aliviar la incomodidad. Los sonidos de la fiesta se desvanecieron gradualmente a medida que se sumía en la quietud del bosque, claro que aun podia escuchar el resonar de los tambores y los instrumentos de cuerda pero el sonido era más leve.



Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que una voz familiar lo llamara desde la oscuridad y algunos arbustos.

— Ao'nung, ¿Estás bien? -.

Ao'nung abrió los ojos y observó a Neteyam acercándose a él a través de los árboles. El dolor en su cabeza se intensificó cuando intentó sonreír.

— Estoy bien, Neteyam. Solo un pequeño dolor de cabeza, nada de qué preocuparse.

Neteyam frunció el ceño con preocupación y se acercó a Ao'nung sosteniendo sus mejillas y luego su frente.

— ¿Un dolor de cabeza? Tal vez necesitas descansar un poco. ¿Quieres que te acompañe de regreso a la cabaña? -.

— No quiero ser grosero, puedo quedarme un rato más, solo necesito un momento para que el dolor pase -. Dijo con una sonrisa aunque se notaba algo forzada, antes de su respuesta Neteyam solo negó con la cabeza antes de darle un beso en la frente el chico Metkayina.

— No te preocupes 'Nung, ellos entenderán, fue un viaje largo y debes estar cansado, seguramente Tsireya y Rotxo también pronto se irán a descansar -.

Ao'nung nego suavemente mientras estaba por abrazar al chico Omatikaya pegándolo a su cuerpo, el aroma de Neteyam le resultaba  agradable y el dolor de cabeza ya no le resultaba tan incómodo.

— No, aún quiero bailar contigo -.  Apoyó su  cabeza entre el hueco que había entre el cuello y el hombro de Neteyam, a pesar de que el aroma del chico Omatikaya le parecía atrayente había una esencia en el cuerpo del mayor que simplemente le molestaba que estuviera en la piel de Neteyam, seguramente ese olor le pertenecía a la chica que estuvo bailando con su pareja, así que por mera inercia empezó a frotar su cabeza tratando de eliminar cual olor desagradable de su compañero, esto hizo que Neteyam riera por la liguera sensación de cosquillas. 



— ¿Bailar? ¿Estás seguro? Podemos irnos si te sientes indispuesto -. Dijo mirando a Ao'nung directamente al os ojos buscando algún signo de enfermedad en caso de que tuvieran que visitar a su abuela para que revisaran a el joven heredero. 

— Si, me lo prometiste y no quiero irme sin antes cumplas con tu palabra -. En medio de su abrazo comenzó a balancear su cuerpo invitando al chico Omatikaya a que empezara a bailar con el. 

𝐂𝐡𝐨𝐨𝐬𝐞 𝐦𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora