Capítulo V. Las primeras decisiones y errores de las herederas.

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Elena.

- "¿Seguro que estas decidida Elena?, tú tienes la empresa, no está bien que la abandones durante un tiempo para seguirnos en esta nueva decisión que hemos tomado, has luchado mucho por tu negocio para seguirnos en esto que hemos decidido Miriam y yo. Podemos ir a hablar con el abuelo nosotras solas."- me dijo Arianna, cuando nos dirigíamos al despacho del CEO de Powell S.L. Holding, nuestro abuelo político, y máximo responsable de nuestros matrimonios, Kevin Junior Powell.

Nos habíamos reunidos las mosqueteras para manifestar la decisión que habíamos tomado, pero aun la cosa no estaba clara por parte de Pontos y Dogos, así que se los aclaré.

-" Lo he pensado, he preparado a mi asistente durante años para que me sustituya, además mi negocio es pequeño, no hay nada que no pueda solucionar con el móvil, o una buena conexión de internet, pero como puedo decirlo, si vamos a ser las futuras herederas de todo esto, junto a nuestros esposos, lo normal es que conozcamos algo de las empresas que vamos a heredar, ellos en eso, nos llevan ventaja, han nacido bajo el auspicio del grupo Powell, y no se ustedes pero yo deseo apoyar a mi marido en todo, como él me apoya a mí en mi empresa."- les dije con seguridad.

- "Lo único que yo veo es que no lo hayamos consultado, con ellos antes, el niño de mamá es muy particular, y cuando se entere pondrá el grito en el cielo."- dijo Mariam, alias Dogos, en cierta forma manifestando sus miedos.

- "Yo no puedo decírselo, sino como algo ya hecho, Keanu está empeñado en que me quede en casa cuidando a mis hermanos y a nuestros futuros hijos, no entiende, que yo no soy la típica ama de casa, hemos tenido algunas desavenencias por eso..."- haciendo reír a Miriam al escucharla.

- "No son desavenencias, Pontos, cuando tú sacas el tema, sabiendo lo que va a pasar, discutís, y a los dos segundos lo estas llevando a tu cama para hacer las paces, a eso se llama adición, lo haces adrede, para sacarlo del despacho, y tenerlo en tu cama."- el descaro de Dogos no tiene límite, es que no tiene filtros ninguno.

- "Además por lo que sabemos no podemos quedarnos embarazadas, esto era algo que quería comentar con ustedes, sigo pensando que debemos decírselo a ellos, no es justo que nos mantengamos calladas ya que en teoría esto también les afecta a ellos, principalmente a ti, Pontos, no es justo para Keanu, que piense que pronto te quedaras embarazada y el podrá lograr ser el CEO, o a tu marido Dogos, que también opta a lo mismo."- les dije dentro de mi papel de ecuánime del grupo.

- "Mira Aramis, mis hijos no son monedas de cambio para nadie, y los de Pontos tampoco, incluso tú no deseas entrar en este juego, estamos recién casadas tenemos tiempo para decidirnos a tener hijos, y sabemos que nuestros hombres nos aman ¿dónde está la prisa?"- miré a Miriam, quería hacerle ver que se había desviado de mi pregunta, pero en ese momento llegamos al despacho del CEO y ya nos estaba esperando.

Hace dos semanas que regresamos de nuestras respectivas lunas de miel, para mí fue muy duro, demasiado, tenía que dejar a mi padre para redirigirme a mi nueva vida, mi nueva casa, una hermosa mansión en la afueras, con todo lo que una mujer puede desear, pero sin lo principal, era que sentía que abandonaba a mi padre, pero fue justamente él, ante ver mi actitud reacia a abandonarlo, por esa era mi sensación que yo tenía, de que estaba traicionándolo.

- "¿Qué crees que estás haciendo, hija?"- me preguntó Jorge Corzo, cuando por tercera vez me vio haciendo y deshaciendo la maleta.

- "No sé qué llevar, quizás debería dejar cosas en casa, ya que te niegas a venirte con nosotros, a la nueva casa. Así podré venir cuando quiera a ..."- mi padre me miró serio y me interrumpió con la mano sin decirme nada.

La verdad era que no entendía su actitud de querer quedarse sólo en casa. Siempre nos habíamos llevado muy bien, éramos mi padre y yo, contra el mundo, Batman y Robin, de hecho, fue él quién me dio el dinero para que montara mi negoció, todo lo que he hecho en mi vida, siempre he tenido a mi padre detrás de mí, apoyándome.

Matrimonio Concertado con el CEO. El playboy domesticado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora