Capítulo XIII. Un juego peligroso: La Adoradoras y La nueva secretaria.

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Elena.

- "¿Me puedes decir a que está jugando el idiota de tu jefe?"- le pregunté a Barbara cuando salimos del despacho, asombrada por que la reacción de la secretaria al cerrar la puerta fue partirse de risa.

- "Desde luego, que ustedes dos están para que los pongan de actores en una serie o una película, nunca me había divertido tanto, ni siquiera con la novelas turcas que veo al mediodía, ¡Por dios, si sigo riéndome me voy a o..., hay dios mío!"- me decía la secretaria agarrándose el estómago de la risa.

A mi nada de esto me parecía gracioso, las ganas que tenía de entrar y decirle al Ceo gilipollas, donde se podía meter su puesto de secretaria, eran en estos momentos muy elevadas.

- "Es que sois incorregibles...los dos, tú te disfrazas para que no te reconozca, y cuando él finge no reconocerte, te enfadas, ¡Es que yo me parto!, de verdad, la lástima es que tengo que irme de vacaciones forzadas, sino me sentaría en ese sillón con chocolate y palomitas, y me lo pasaría.... Lo mismo hasta lo hago, pagaría por pasar mis vacaciones viendo como tú y ese estúpido, se dedican a jugar al "¿quién? es ¿quién?", mientras hordas de adoradoras asedian a tu marido, y tú tienes que alejarlas con educación.... ¡Hay que si no paro de reírme me va a dar algo!"-

A medida que iba contando Barbara, todo, más enfadada me sentía.

- "¿Cómo que o hordas?, me has contado que algunas Adoradoras lo estaban molestando, pero no hablaste nada de hordas, ¿Qué hordas?."- Barbara continuó recogiendo su cosa mientras continuaba riéndose.

-" Ya lo entenderás, lo único que te aviso, mientras Michael se aleja de ellas, mirándolas con desprecio, recordándome a su hermano Keanu, incluso en ocasión llegando a ser aún más borde que él, o mejor aún, hacer que tú las despaches con los de seguridad, si hace falta, esas no paran de llegar y siempre aparecen en todos los lados que vamos, aunque no se lo digamos a nadie, sospechamos que tiene espías infiltrados a los alrededores de los herederos, en especial de Keanu y Michael, así que por tu bien, si no quieres ser descubierta, nunca te muestres como la señora Powell, porqué en segundos que descubran quién eres, lo sabrá todo el mundo y ya no podrás seguir trabajando en las empresas Powell, de incognito."- la mire y ellas después de limpiarse las lágrimas que aun caían por sus mejillas, después de reírse tanto, me devolvió la mirada ya sería.

Así que las malditas Adoradoras atacaban de nuevo, ya me preocupé cuando Barbara me lo contó la primera vez, mientras me preparaba para mis funciones de secretaria de Michael, pero no sabía hasta que nivel estaba llegando la cosa.

Me hice la nota mental de enviar un 112 a las chicas para ver cómo le iba y que supieran de estas malditas "Adoradoras". Finalmente, Barbara, me puso al día de los próximos viajes del Ceo, y los eventos, por ejemplo, esta noche había un coctel, y una apertura sólo para clientes exclusivos, de unos de los nuevos centros comerciales de lujo del grupo Powell. Había que ir vestida de coctel, gracia a Bárbara había conseguido vestidos, un poco más recatados, más para Elena Corzo, mujer casada de unos treinta y poco años, no muy agraciada, no como la señora Powell, empresaria, esposa, y descarada, cuyo marido había hecho que se enamorara de las grandes marcas de ropa de diseñadores.

- "Maldito, playboy, que me había hecho, me había acostumbrado a la vida de una millonaria, con lo feliz que era yo antes con mi vida de trajes baratos de tienda medias, y modistas de barrio."- pensé.

Mientras, me despedía de Barbara, noté que sobre la mesa la luz que conectaba el intercomunicador entre mi jefe y yo estaba encendido de forma intermitente.

- "Ahí tienes, tu jefe te reclama."- me dijo Barbara mientras yo tomaba aire- "pásenlo muy bien y hagan todo lo que yo haría, y mucho más, adiós, señora Powell, disfrute."- dijo la secretaria metiéndose en el ascensor mientras las puertas se cerraban me mandó un beso volado.

Matrimonio Concertado con el CEO. El playboy domesticado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora