Matrimonio Concertado con el CEO. El playboy domesticado.

Epílogo.

Elena.

- "Ni se te ocurra repetirme eso, no me voy a controlar porque te hayas empeñado, que esto es peligroso, Michael Powell, hoy nos dirán si podemos reanudar nuestras relaciones sexuales. Así que no me vengas con excusas, si dicen que sí, esta noche a cumplir y punto."- le dije mientras nos dirigíamos a nuestra primera ecografía selectiva.

La verdad era que este embarazo estaba siendo un poco complicado en algunos aspectos. Al menos me sentía feliz, no era la única embarazada doble, Mirian iba a tener mellizos, la parejita y la verdad que se lo está haciendo pasar fatal al pobre de Kevin.

Ella tenía como un mes más que yo, Arianna era de las tres la más avanzada, ya estaba en el tercer periodo del embarazo, la pobre, al principio, tuvo un embarazo complicado, pero ahora, ¡uff!... su marido huía de ella. Es que esa mujer no paraba.

Emy al fin había tenido a un bebe precioso, llamado Philip Graham que es la adoración de su padre, de hecho, Jason se ha centrado en los negocios de las empresas de Emy y de la familia Graham, abandonado su puesto como asistente de Keanu, para convertirse en accionista de Powell S.L. Holding.

Es verdad es que el embarazo te revoluciona las hormonas, yo parezco mi hermana la sentimental, siempre había sido ecuánime, tranquila y ahora parezco una montaña rusa de emociones.

Tras nuestro primer encuentro sexual después del embarazo, sangré un poco, y el ginecólogo recomendó abstenernos de tener sexo el primer trimestre, hasta que todo quedara bien implantado, para evitar riesgo de aborto.

Mi marido se lo tomó literal, para besarme tenía que ponerme a llorar, no quería que me exaltara por nada, era horrible, como intentaba controlar cualquier pataleta que me daba. Pero hoy se le acabaron las tonterías, hoy si el doctor decía que todo estaba Ok, ese iba a cumplir o tendría más de un problema conmigo.

Además, que al fin nos dirían el sexo de nuestros hijos o hijas, porque yo tenía gemelos o gemelas. Este es otro de los problemas que no sobrelleva bien Michael, gracias al estúpido de Kevin J.

Toda la familia está contenta con los embarazos de las herederas, el abuelo está en regocijo, ya cedió su puesto los herederos, mis suegros se han retirado, y sólo están deseando que nazcan sus tres nietos, para disfrutar de ellos.

Pero como iba diciendo, como somos la última pareja en saber qué es lo que tendremos, hay división de opiniones, mi padre quiere niño, ya tuvo una hija, y le encantaría hacer cosas de chicos con sus nietos, mi suegros quieren niñas, ya que nunca tuvieron ninguna en la familia Powell, lo normal son los chicos, de hecho la primera Powell que nacerá, es la hija de Miriam y Kevin, el abuelo está encantado , hasta la suegra de Miriam ha cambiado, ahora, desde la cárcel, está haciendo las cosas bien , mi amiga y su marido la visitan a menudo para que vea cómo va su embarazo, y llevaran a sus nietos para que ella los conozca, cuando nazcan.

Pero es aquí donde radica el problema, el estúpido de Kevin le ha metido en la cabeza al idiota del ex-playboy, que las niñas son susceptible de los depredadores, entiéndase como depredadores todo hombre que no sea de su familia.

Y como mi marido fue un gran depredador, está muerto de miedo. Llevaba toda la noche, antes de venir a hacernos la ecografía selectiva, diciéndome, que su mundo acaba si son niñas, y la del resto de los hombre de la tierra, también.

En fin, es que mi marido se ha vuelto muy dramático, el embarazo le afecta de verdad, de hecho, yo nunca tuve nauseas, ya las tuvo él por mí, así empático es. Este embarazo nos ha cambiado los roles, ahora yo soy la loca del sexo, y él ser precavido y ecuánime. El mundo al revés.

- "Señora Powell ya pueden pasar, señor Powell, puede acompañar su esposa, hoy sólo le haremos la ecografía y charlaremos."- nos dijo el médico para que entramos la consulta.

- "Bien Elena ¿cómo lo llevas?"- me preguntó mientras yo me acostaba en la camilla y dejaba al descubierto mi barriga donde comenzaba a formarse unas curvas considerables.

- "Bien, excepto por el sexo, todo bien"- me quejé de nuevo, como en todas las consultas.

- "Cariño, el médico va a pensar que eres una obsesa, doctor, es que mi mujer no entiende, que, aunque es la mujer más deseable de este mundo, ahora primero están nuestros hijos."- explicó ese ser que había entrado dentro de mi marido, para poseerlo.

Lo miré con reproche, pero no dije nada. El médico como siempre terminaba riéndose.

- "Adoro cuando venís a consulta, siempre me hacéis reír. Bueno miramos esto primero y luego vemos si la señora Powell tiene buenas noticias, y se acaba, ¿cómo dijo usted la última vez, Elena?, a sí ya me acuerdo, la sequía."- yo sonreí ante el cometario del doctor. - "Bien veo que todo está bien, el peso bien, las dimensiones adecuadas, el cráneo en ambos caso son correcto, ¿Quieren saber el sexo?"- Ambos nos miramos y dándonos la mano dijimos al mismo tiempo.

-"Si"-

- "Señor y señora Powell, ambas son unas sanas y seguro preciosas niñas"- lo siguiente que sentí fue como mi marido rompía a llorar, mucho antes que yo.

Decididamente este hombre me amaba tanto que prefería sufrirlo todo él, a que yo pasara por algo.

- "Michael Powell, te amo nunca lo olvides, y si tus hijas dan problemas, ya me ocupo yo de ellas, además de seguro que ellas te adorarán tanto, que pocos hombres podrán llegar a tu nivel, como todas la mujeres de este mundo, ellas siempre caerán bajo tus encantos, Playboy."- le dije besándolo.

- "Lo sé preciosa Gitana, además todo hombre que caiga bajo sus influjos de hechiceras muere bajo mis manos, y listo."- me dijo devolviéndome el beso.

Estábamos tan ensimismados el uno en el otro que no nos dimos cuenta de que el médico hacía un rato que nos estaba mirando, sonriendo.

- "¡Ah! por cierto, cuando quieran pueden terminar la sequía, pero nada de inundaciones señora Powell, que la conozco."- la risa que desató este comentario entre Michael y yo, se oyó fuera de la consulta.

Fin.