CAPÍTULO 9

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What am I now?

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What am I now?...

🛶


Con las primeras luces de la mañana, los rayos del sol entraron a raudales por las ventanas de la cabaña, y aun a pesar del polvo y la suciedad de los vidrios, fueron suficiente para despertar a Louis.

Se movió un poco, se apartó el cabello de la cara y se frotó los ojos.

Por un momento, no supo donde se encontraba y se quedó quieta, observando el entorno.

La cama le resultaba desconocida y angosta, y el colchón tenía bultos. El techo tenia vigas sólidas de madera que parecían haber resistido cien años. Parpadeo dos veces, intentando orientarse.

–Buenos días.

La voz suave pero profunda al mismo tiempo le llegó desde la izquierda, y al oirla giró la cabeza súbitamente hacia allí.

–¡Ay!

El movimiento rápido le pellizco un nervio en el cuello. Mientras se frotaba para apaciguar el dolor, Louis miró hacia la voz y comprendió.

–...días – respondió con voz suave y con un rubor en las mejillas. Aunque la noche anterior habían conversado mucho, Louis se sentía incómodo otra vez. inseguro de sí mismo.

–¿Qué tal has dormido?

Por alguna razón, la pregunta normal y amable de Harry le pareció fuera de lugar, como un rasgo de decoro en medio de la locura. No pudo contener una sonrisa.

–Bien. ¿Y tú?

Harry sonrió.

–Yo no necesito dormir. Es una de las rarezas del páramo. De hecho, tú tampoco. Es solo que tu mente cree que si, por eso duerme. A la larga, se le olvidará. Lleva un tiempo adaptarse.

Louis lo miró un momento atónito.

–¿No se duerme?

Harry meneó la cabeza.

–No se duerme, no se come, no se bebe. Tu cuerpo no es más que una proyección de tu mente. El verdadero se quedó en el tren.

Louis abrió y cerró la boca varias veces. Aquello le parecía una extraña película de ciencia ficción.

–Vaya – fue todo lo que pudo decir. Miro hacia la ventana. –¿No es peligroso salir?

No sabía si los monstruos, demonios, de la noche anterior aún podían amenazarlos durante el día.

–No, no les gusta mucho el sol. Claro que, si fuera un día nublado y oscuro, podrían aparecer, si estuvieran suficientemente desesperados. Harry vio la expresión asustada del ojiazul. –Pero hoy no deberíamos tener problemas. Hay mucho sol– añadió y señaló la ventana.

–Entonces. ¿qué hacemos ahora?

–Continuamos el viaje. Aun nos falta mucho. La próxima casa segura está a dieciséis kilómetros, y parece que aquí oscurece temprano.

"EL BARQUERO DE ALMAS" (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora