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Cuando salieron de la casa, no había espectros por ninguna parte. Louis miró alrededor, con ojos dilatados y llenos de temor, y luego suspiró aliviado. Pero aún faltaba cruzar el valle, pensó.
Era una mañana gris. El sol brillaba, pero sus rayos no lograban atravesar la densa niebla que cubría el paisaje formando remolinos. Harry observó largamente los alrededores y luego miró a Louis con una sonrisa comprensiva. —Estás nervioso.
No era una pregunta. Louis miró la niebla y lo entendió.
—¿Yo he creado esto?
Harry asintió. Se acercó a él y le tomó ambas manos entre las suyas.
— Mírame —ordenó—. No tengas miedo. Yo te protegeré. Te lo prometo.
Dobló un poco las piernas para poder mirarlo a los ojos. El ojiazul intentó sostenerle la mirada y sintió calor en las mejillas.
—Eres lindo cuando te ruborizas —observó Harry, y rió al ver que sus palabras intensificaban el rubor—. Vamos —dijo. Le soltó una mano mientras se daba la vuelta, pero le retuvo la otra y tiró levemente de él para empezar a avanzar.
Mientras lo seguía, Louis fue vagamente consciente de que la niebla iba disipándose y los rayos del sol podían por fin atravesarla. Creyó entender la razón, y por eso el rubor tardó en desaparecer. Dos minutos después, se había convencido de que las palabras de Harry no eran más que una estrategia para aligerarle el ánimo y evaporar la niebla, con lo cual habría menos peligro de que aparecieran los demonios. Aun así, seguía llevándolo de la mano con firmeza.
Cuando llegaron a la cima de la primera colina, Harry se detuvo a examinar el paisaje. Fijó la mirada en algo que estaba hacia la izquierda y lo señaló.
—¿Ves aquellas dos colinas? — Louis asintió—. El valle que tenemos que cruzar está entre ellas.
—Eso está lejos —observó Louis, dubitativo. Ya era media mañana, y las colinas parecían bastante alejadas. Sería difícil llegar antes del anochecer, y no quería que la oscuridad lo sorprendiera allí.
—Es una ilusión óptica, están mucho más cerca de lo que parece. Llegaremos en una hora, más o menos. Estaremos bien, siempre que tu ánimo no decaiga.
Le sonrió y le apretó la mano con ternura. Louis sintió que el sol brillaba un poco más. Qué humillante que las emociones de uno resulten tan evidentes, pensó.
Había un sendero sinuoso que descendía por la ladera de la colina, tan angosto que tuvieron que recorrerlo en fila india. Harry iba adelante, y finalmente le soltó la mano mientras caminaba esquivando piedras y montículos de maleza. Louis lo seguía despacio y con cautela, inclinándose hacia atrás para compensar el declive del terreno y dando pasos cortos y sin levantar mucho los pies para no caerse. Llevaba las manos extendidas a los lados, tanto para conservar el equilibrio como para sostenerse en caso de una caída.
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"EL BARQUERO DE ALMAS" (Larry Stylinson)
FanfictionLa vida y la muerte van de la mano. El amor y el sufrimiento también Louis se dará cuenta de esto cuando tenga que decidir entre sobrevivir o arriesgarlo todo por alguien que ya no tiene salvación... ¿o si? 《Adaptación Larry Stylinson》