Capitolo 26

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ORLENA

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ORLENA

—Unnskyld meg? —se queda callado seguramente escuchando lo que le dice el hombre del otro lado de la llamada —Det haster, det handler om liv eller død.

Esta situación era como si ahora estuviera paseando por alguna parte del país de China, me hablará cualquier desconocido y yo no entendiera ni media palabra de lo que estaría diciendo.

Así me encuentro yo actualmente escuchando hablar a Valerio en noruego, perdida en el mar como un náufrago.

—Kan du sette meg over til ham da? —me permito observar el paisaje, mientras Valerio sigue hablando con la persona tras la llamada —Takk.

Baja un momento el móvil e intenta llamarme la atención para que le haga caso.

—Pss, Orlena.

—¿Desde cuando hablas en noruego? ¿De qué habéis estado hablando? ¿Has hablado con Pietro? ¿Nos a ayudar a llegar a Noruega? ¿Por qué no me dices nada? Uf Valerio habla ya, por el amor de Dios —él sin aguantarse más suelta una carcajada desde el fondo de su garganta.

—Respira Orlena, tengo pocos minutos antes de que vuelvan a la llamada —le miro atenta para quedarme con lo que me diga —. Casi no consigo que me pasen con vuestro tío abuelo. Raramente contesta llamadas que sean extranjeras y menos de Italia. He conseguido que me diera un par de minutos de su valioso tiempo. Al parecer Pietro está muy solicitado allí por el trabajo.

No dudo de ello la verdad. Lleva una vida casi entera allí y dedicada a su profesión. Si ha llegado hasta el lugar que mantiene ahora es por su esfuerzo y su constancia, nadie le regaló nada.

Su vida fue demasiado dura, se ha levantó entre los escombros que le pusieron nuestra propia familia. No sé del todo su historia, y quiero saberla toda de su propia boca, yo solamente se fragmentos pequeños de ella.

—Con Pietro hablaré hablaremos normal tranquila, así podrás apuntar todo lo que te indique —sería bueno eso, porque noruego no sé. Aunque ahora que sé que tendremos que ir a Noruega, no descarto intentar aprender lo básico del idioma, me vendría bastante bien la verdad. Me sentiría más completa al saber que si alguien me habla por allí yo pueda entenderles y yo poder igualmente contestarles.

—Gracias, me estaba sintiendo una estúpida sin entender nada.

—Era bastante obvio que tendría que hablar en el idioma natal y con Pietro espero hablar en nuestro idioma —crucemos dedos.

—Más tarde me tendrás que contar como aprendiste noruego —le indico con el dedo.

En verdad era maravilloso curtirse de cosas buenas y tener el conocimiento necesario para hablar diferentes lenguas es lo mejor. Nunca se sabe cuándo tendrás que ir o utilizar esas habilidades a las que llamo idioma.

—¿Hallo? —se escucha desde el teléfono. Valerio, pone su dedo índice en sus labios diciéndome con eso que guarde silencio.

Le hago un "okey" con los dedos y me dedica una media sonrisa como respuesta.

Il passato torna sempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora