Capitolo 11

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ORLENA

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ORLENA

Desde el mismísimo instante que me dejaron "descansar" yéndose la enfermera perdiéndose tras la puerta, no he podido pegar ojo. El remordimiento de haber tratado a mi hermano mayor me está carcomiendo por dentro. A la misma vez, me acuerdo que es un Lepori, que está bajo el ala protector de nuestro abuelo desde que nació. Podría estar con la indecisión un millón de horas hasta que llegara a una buena conclusión. Lastimosamente nunca recibiré las conclusiones las cuales quiero. Para que ocurriera tendría que investigar a mi familia a fondo. Desmantelar todos cada uno de los chanchullos que puedan tener entre manos, sea ilegal o no. Que a estas alturas del asunto sé a la perfección que no tienen nada ilegal, solo tapaderas donde esconden su mierda.

Mi familia —aunque ellos no lo crean y vivan en sus propias fantasías pre hechas—van a r cayendo todos y cada uno de los que están involucrados en todo este tinglado en la tena. Y de ese sitio jamás van a poder salir de los delitos que llevan en sus mochilas tras su espalda.

Un día caerán a un foso tan profundo que jamás podrán escalar tan alto para llegar a la superficie. Yo para ese entonces habré sanado todas y cada una de mis cicatrices que me ha puesto la vida. Los veré cavar su propia tumba, aparte de oírles suplicar de por vida que los ayude. Esas suplicas las saborearé como si tuviera un manjar en la boca y lo estuviera disfrutando mientras tanto.

Este acto lo podrían catalogar como si fuera una sed de venganza, pero yo lo llamara justicia y de la buena.

Ellos pagaran por cada minúscula cosa que hayan hecho y vendrán a rogarme de rodillas suplicándome piedad. Sin embargo, no me temblará él puso para hacer justicia lo que he sufrido desde pequeña.

Para empezar con mi plan, necesito a personas de confianza y a mis amigos no los quiero involucrar en este disparate de plan que va surgiendo de mi mente mientras que estoy aquí postrada en la cama aburrida.

Necesito con urgencia un ordenador y un móvil. Preciso con urgencia un investigador privado y una estilista para que me haga un cambio radical, bueno en realidad no tanto, solo hare un par de modificaciones para verme algo distinta. También tendré que contratar a una persona que me ayude a canalizar los nervios y tener un mayor carácter y presencia delante de Isacco y Davide. Porque se a la perfección que si ellos ven una minúscula reacción de debilidad aunque sea en mis ojos o corporal sabrán al instante que soy yo. Si ellos calculan a milímetro cada paso que dan, yo también lo haré.

Por otra parte, no me perderé absolutamente de nada de lo que hagan, los tendré vigilados las veinticuatro horas del día para saber sus costumbres, que hacen a cada minuto del día. Y no solo querré saber la información de Davide e Isacco, las de sus respectivas mujeres también y mis tres queridos hermanos.

A Agnese y a Demos nos los he visto en la corta estancia que me está tocando pasar en mi antigua ciudad. Tampoco he tenido tiempo de preguntar a mi hermano sobre ellos dos. No sé si se acordaran de que tienen una hermana que va entre ellos.

Il passato torna sempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora