Capitolo 27

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ORLENA

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ORLENA

Al finalizar la llamada, de inmediato, lo primero que hice fue ir a dentro, hice que todos me prestaran atención —hasta Giotto —. Al trasmitirles lo que me comunicó y hablamos Pietro y yo la cara del pelirrojo era un poema. Tenía la sensación de que iba a explotar en cualquier momento y a la que le iba a caer todo el vómito verbal era solamente a mí.

Giotto era una bomba explosiva demasiado bien hecha, la impulsividad que lleva tatuada en sus venas rebalsa toda la paciencia que una persona puede tener. Se las arranca de cuajo.

Sus ojos recaen en los míos, y no me llevo una grata sorpresa, puesto que yo ya me intuía lo que se avecinaba. Si pudiera salir corriendo y huir de inmediato, no me lo pensaría dos veces.

—¿Tu quién te has pensado que eres? —mucho ha tardado en abrir esa boca —¿Cómo te atreves a hablar con un completo desconocido? Puede hasta que no sea tu tío abuelo Pietro realmente. Tú cada vez que haces algo, ¿te paras a pensar primero o vas a lo loco?

A estas alturas Cesare y Valerio se estaban acercando a nosotros, debido a que el pelirrojo se había desplazado de lugar lentamente, mientras me decía todo.

—Te hago una pregunta yo —me acerco lo más que pueda a él, y Giotto por reflejos, intenta echar marcha atrás, pero de inmediato lo cojo por la camiseta para mantenerlo cerquita —. ¿Acaso te crees mi padre? Todo lo que hago o dejo de hacer, es bajo mi responsabilidad, no tienes que venir tú a decirme que hago bien o que hago mal, ¿está claro?

No soportaba más al chico que tenía justo frente a mí en estos momentos. Se estaba convirtiendo en alguien verdaderamente insoportable. Según parece, siempre tiene alguna palabra en contra mío, haga bien las cosas o las haga mal. Me parece bastante injusto que a nadie más ataque, y ahí llego a otra cuestión...

¿No estaré viéndole de forma negativa y por eso cada vez que me habla pienso que me está constantemente atacando? Puede ser una opción muy viable esa. Todos los demás se llevan bien con él y no se pone como lo hace conmigo.

Porque sería de un niño chico que siguiera con lo mismo como si fuera un disco rayado. Sinceramente aburriría ya.

Voy a intentar cambiar mi chip, quizás y sea yo la que está viendo de una forma diferente lo que ocurre a mí alrededor, y puede que con eso, las cosas se tornen para un bien común.

No estamos para disputas en estos momentos cuando estamos por irnos a Noruega en nada. Por mí, desaparecía de este país en menos de que canta un gallo. Las cosas allí no serán fáciles y menos cuando tengamos que estar concentrados para después volver y enfrentarnos al Clan Lepori; a mi espantoso pasado, al cual repudio con todo mi ser. Nunca se sabe que pueda llegar a suceder, porque podría darse la opción, de que nosotros acabemos derrotados. No va a ser un paso fácil de dar. Ni mucho menos lo que vamos a hacer.

El esfuerzo que vamos a tener que hacer todos en conjunto para poder tener el entrenamiento necesario en menos tiempo que una persona debería tenerlo. Habrá que trabajar muy duro para conseguirlo.

Il passato torna sempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora