Capítulo 26

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¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Vamos Canadá! ¡CONTROLATE! Pensaba el canadiense, tratado de concentrarse en el papeleo que le había asignado el mexicano. PERO POR FAVOR ¿Cómo puede concentrarse con la imagen del mexicano frente a él solo en pantalones y camisa de tirantes.

Ya tenían un buen rato dentro de la oficina del mexicano, realmente tenía mucho papeleo que hacer sobre la recidencia de los countrys en su nación, hacía un calor terrible, por lo cual, aprovechando el hecho de que nadie se atrevía a interrumpir una reunión entre dos countrys, México se quitó la camisa formal para quedarse con su camisa de tirantes y refrescarse un poco. Algunos podrían considerarlo grosero o poco profesional, ya le había pasado, por eso le preguntó al canadiense si le molestaba, cosa que negó.

Canadá no puede decir que se arrepiente de su decisión, México tenie tatuajes prehispánicos diversos en ambos brazos ¡Y SE VE TAN SEXY! bien marcados ¿Le da tiempo de ir al gym? aparentemente suaves y con un brillo debido al calor. El canadiense comenzó a sentir un pequeño problema ¡Basta! Él necesita que le ayudes con su trabajo. De pronto sintió un beso en su mejilla mientras el mexicano se sentaba a su lado.

-¿Como vas rojito bello? ¿Quieres que te yude con algo?- AAAAHHHH lo dijo de una forma tan... AGH

-Yes please- Contestó inconsientemente el canadiense.

-¿En qué te ayudo Canny?-

-I-I-I-I-I-I-I mean... ejem YES I-I-I need some help but YOU KNOW WHAT? you're so hot IT'S SO HOT HERE, I'LL GO TO THE BATHROOM- Mientras hablaba, el canadiense comenzó a caminar de espaldas a la puerta sin darle la espalda a México pero viendo a cualquier lado de la habitación que no fuera México. Al salir de la oficina corrió al baño más cercano y se encerró ahí. Canadá se lavó la cara, se recargó en el lavavo y se miró en el espejo.

-You are disgusting- Murmuró el candiense. Nuevamente dejaba que sus impulsos salieran muy a flote, solo llevaban algunos días de relación, no puede arrojarsele así como así. Esto no era un problema realmente, no es como si se la pasara pensando en ello, pero se sentía culpable, México confiaba en él y su mente le jugaba chueco -Tienes que controlarte-

-¡Canadá! ¿Estas bien?- México tocó la puerta del baño.

-Ye-yeah todo está bien- De acuerdo, solo concéntrate, se un caballero, estás comenzando bien, no te preocupes, todo saldrá bien.



Mientras tanto, algunos countrys se encontraban ayudando a colocar los stands que ocuparían para la feria, debido a esto, colocaron rejas de seguridad para impedir que el púbico acosara a los invitados, ya que los countrys son como celebridades geopolíticas.

Chile estaba ayudando a decorar el stand mientras hablaba con los bailarines que actuarían durante el evento. Poco imaginaba que entre los otros stands se encontraba Alemania sobreesforzándose por ignorarlo. Realmente, luego del campamento, se la pasó muy bien con sus hermanos, sobre todo con México, recuperando el tiempo perdido, por lo que había sanado bien su enamoramiento por Alemania ¿Le seguía gustando? ¡Claro! pero ahora era más como ver a un viejo amigo, te alegra verlo, disfrutas el tiempo con él pero no te la pasas a pendiente de su vida, no te importaría ver a esa persona feliz con otra y si te ignora es parte de la rutina.

Ojalá Alemania se sintiera igual.

El alemán estaba ayudando a hacer banderitas para decorar las canastas con carne y quesos de la región que venderían en su staf. De las 100 banderas ya listas, Alemania solo había ayudado con 20, se distraía fácilmente cada que Chile hacía una broma, se reía o comenzaba a bailar y cantar con los otros. Extraño, es como si su cerebro solo captara las frecuencias emitidas por Chile. No tendría por qué, no es como que hayan interactuado lo suficiente como para considerarse cercanos... Pero, de alguna manera, esos breves momentos los había disfrutado mucho.

¿Por qué no puedes amarme a mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora