En el año 1998, la ciudad de Raccon City se vio invadida por un virus creado por la Corporación Umbrella. Este virus no era como los demás; cambiaba a la gente, los convertía en monstruos. La ciudad se destruyó el 1 de octubre de ese año, pero las c...
"Ama a todos, confía en unos pocos, no le hagas mal a ninguno"- William Shakespeare.
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El agente perdió la conciencia, cayendo sobre Olivia en peso muerto. Esta le cogió sin problemas y le tendió con suavidad sobre el suelo de la barca. Preocupada, le tomó el pulso, notando que este se ralentizaba ligeramente. Pero lo preocupante eran las líneas negras que surcaban su piel
-¿Leon?- tomó su rostro con cuidado, sintiendo la fiebre de este sobre sus dedos- Mierda.
Intentó volver a poner en marcha el motor con desesperación, preocupada por el hombre, consiguiéndolo a la segunda. Algo aliviada, condujo hasta la zona que debían inspeccionar. Aparcó la barca y tomó al hombre en brazos, dejándolo sobre la madera del puerto y se sentó a su lado; para bajar la fiebre mojó unas vendas (era lo único que tenía a mano), con el agua de su cantimplora, pues la del lago no parecía muy salubre. Se quitó la chaqueta y la dobló para ponerla bajo su cabeza.
Las horas pasaron mientras se mantenía alerta con la mirada clavada en las aguas y sus sentidos en todo su entorno. Se alertó al escuchar a su compañero gritar de dolor.
-¡Leon! ¡Leon!- le llamaba, intentando despertarle.
Entonces el hombre se incorporó de un salto, mirándose los brazos con angustia.
-¿Qué ha pasado?
-Te has desmayado- explicó, volviendo a sentarse. Se llevó la mano al pecho, intentando calmar su corazón.
Leon estudió su alrededor, ya no estaba en la barca, Olivia le había llevado hasta el lugar que debían explorar.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?- preguntó, percatándose de la tela que había estado bajo su cabeza segundos atrás. Al tomarla entre sus manos se dio cuenta de que pertenecía a la mujer.
-Más de tres horas.
-¿Por qué no has seguido con la misión?
-Porque yo no dejo tirado a nadie- respondió de forma brusca- Hunnigan te lleva llamando todo este tiempo, habla con ella.
-Deberías haber contestado tú- murmuró, pensando que no le escucharía.
-¿Y qué le digo? ¿Acaso vas a abandonar la misión?- esperó hasta que el hombre negó con la cabeza- Entonces dile que estás bien y que seguimos con esto.
Leon no dijo nada más, respondió la llamada de su contacto y, como le dijo Olivia, aseguró que todo estaba bien. Le tendió su chaqueta y estudió sus movimientos mientras se la colocaba; se sorprendía al saber que ella, en vez de continuar con su cometido, se había quedado con él, cuidándole, ya que tampoco se le escapó que le había puesto vendas húmedas sobre la frente. Completamente diferente a lo que sucedió años atrás.
Volvieron a ponerse en marcha, el silencio volvía a hacerse presente y eso no era nada bueno, no en esa isla llena de psicópatas.
Antes de abrir la puerta, se giró hacia ella con expresión de disculpa.
