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"Cuando alguien necesita ayuda, debes dar un paso adelante, y lidiar más tarde con las consecuencias."

Se miró a si misma en el espejo

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Se miró a si misma en el espejo. Cambiada de ropa, seca, y sin arañazos, hasta parecía que estaba bien. Pero era todo fachada, su mayor dolor estaba en el pecho, todo lo que había pasado le estaba cobrando factura, como si tuviese una enorme piedra en el lugar donde debería estar su corazón.

Su mano se alzó hasta tocar su cabello. Como sospechaba, el corte que se había hecho era irregular, muchos mechones quedaban más largos que otros; lo bueno del pelo rizado era que esos desperfectos podían pasar desapercibidos, y ella además cortó varias partes, siendo ayudada por Leon que, para sorpresa de ambos, se le daba bien.

Se echó agua en el rostro, enfriándose, y salió del pequeño baño del avión.

Las televisiones reproducían los horrores de la ciudad situada en China, y llegó en el momento en el que una mano tapaba al cámara para evitar que siguiese grabando.

Tomó asiento al lado de Leon, suspirando y apoyando su cabeza contra el mullido cojín.

-¿Cómo lo llevas?- tomó uno de sus cortos mechones, acariciándolo con delicadeza.

-No lo sé. Todo ha sido... Joder, hasta hace 24 horas, me iba a ir a un pueblo alejado de la mano de Dios para casarme contigo y tener un descanso- se giró a mirarle, viendo la tristeza en sus ojos.

-Entiendo cómo te sientes. Yo solo iba a trabajar unas horas y después me reuniría con mi chica favorita para enlazarme a ella de por vida- bajó la mano, acariciando su mejilla, rozando sus labios con el pulgar.

-Y ahora nos vamos a China- terminó ella.- Aún no me lo creo.

-Yo tampoco.-Admitió, y Olivia se inclinó hacia él apoyando la cabeza sobre su hombro.- La última vez no fuimos muy bien recibidos.

La mujer asintió, recordando lo que pasó siete años atrás.

-Justo antes de empezar a vivir juntos- susurró.

-Y un año antes, me dijiste que me querías.- El hombre sonrió, recordando el rostro enrojecido de Olivia bajo él.

-Sí, cuando te reíste de mí- bufó.

-No me reía de ti. Me reí porque me tomaste por sorpresa, porque cuando estaba lejos de ti, eras lo único que tenía en la cabeza.

-¿Y te calmaste cuando me viste?

-Ni de lejos.- Respondió sin más.

Se inclinó hacia ella, preparado para besarla, cuando el avión comenzó a zarandearse con fuerza durante unos segundos. Cuando se detuvo, Leon se levantó, tomando a la mujer de la mano para que le siguiera.

Llegaron hasta la cabina del piloto, y Olivia se detuvo en seco, frenando al hombre.

-Leon...- murmuró ella, viendo un cuerpo tendido en el suelo.

𝚂𝚑𝚊𝚕𝚕 𝙽𝚎𝚟𝚎𝚛 𝚂𝚞𝚛𝚛𝚎𝚗𝚍𝚎𝚛 (𝙻𝚎𝚘𝚗 𝙺𝚎𝚗𝚗𝚎𝚍𝚢 𝚡 𝙾𝙲)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora