En el año 1998, la ciudad de Raccon City se vio invadida por un virus creado por la Corporación Umbrella. Este virus no era como los demás; cambiaba a la gente, los convertía en monstruos. La ciudad se destruyó el 1 de octubre de ese año, pero las c...
"La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte."
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Taparon todos los cadáveres con mantas blancas, dejándolos sobre el suelo de la iglesia.
-Cuando te enfrentas a un arma biológica no distingues entre amigos y enemigos. Te arrebata la voluntad, la causa por la que luchas, el respeto por los demás. Hay que impedir que esto se repita- hablaba Leon al líder de la resistencia- Dame La Plaga.
El suelo temblaba ante los nuevos ataques sobre la ciudad.
-En lo que a mí respecta- respondió este.- No hay ninguna diferencia entre usar esto y las armas biológicas.- Se encaró con ambos- Si de verdad no quieres que vuelva a suceder, soltad las armas.- Leon negó con la cabeza- Ya lo has oído, esta es mi respuesta, y también la vuestra.
Una de las explosiones dio demasiado cerca, haciendo que el techo cediera, separando a los agentes del rebelde, escapándose de ellos.
-¡Vamos Leon!- Olivia tiró de él hacia otra de las salidas, esquivando los escombros a su paso hasta salir del edificio, el cual se cayó a pedazos segundos después.
Ambos miraron con lástima la zona, pues ese lugar se había convertido en el lugar de sepultura de los soldados caídos.
-¿Hacia dónde se dirige?- inquirió ella.
-Me temo que querrá hacer un ataque directo.
-Tiene La Plaga y controla a los lickers, no le será difícil.- Adivinó.- ¿Los soldados dijeron cuándo iban a quemar la ciudad?
-¿Los soldados?
-Si, alguno de ellos te daría la información, ¿no?- se giró hacia él, frunciendo el ceño al ver su expresión.- Oh, no. ¿Quién te lo dijo?- cuestionó temerosa.
-Ada.- Vio que ella tomaba aire con fuerza, apretando los labios.
-¿Qué hace aquí?
-No lo sé. Ha dicho algo sobre ayudar, pero no tengo ni idea.
-¿Ayudar?- replicó con cinismo.- Si es a su estilo, estamos perdidos.
Leon miró a la mujer de arriba abajo, pues esta estaba con los brazos en jarra y los labios apretados, sin decir nada.
-Esperaba que te pusieras un poco más...- comenzó a decir.
-¿Furiosa? ¿Neurótica?- intentó adivinar.- Me he resignado a su presencia, no voy a ir a por ella a menos que suponga un peligro real.
-Eso está... bien- asintió, sorprendido.
-¿Qué pasa?- inquirió al ver su rostro.
-No me lo esperaba- reconoció- Después de lo que hizo, creí que ibas a buscar venganza.
