Nash se quedó completamente paralizado después de leer el mensaje de Celia, Nevan lo observaba sin entender lo que le estaba pasando, mientras sostenía a Emily en sus brazos, la pequeña acababa de recibir una vacuna y estaba llorando, el omega luchaba por calmarla con cariño, él también estaba un poco triste por lo que le habían hecho a su bebé.
-Nash... - el alfa no le respondió. – Ya le han puesto la vacuna, ahora debemos ir a registrarla ¿ocurre algo?
-Mis madres están en el hostal. – Nevan entrecerró los ojos sin comprender. – Ellas han ido a buscarme.
-¿Es algo malo? – no sabía que responderle, Nevan a apoyo su mano sobre el hombro del alfa. - ¿Estás bien? Es algo grave, ellas ¿Están bien?
Volvió a leer el mensaje de nuevo, para procesar la información. Le había pedido mil veces a Rose que no le dijera a sus madres, por ningún motivo donde se encontraba. Nash sentía que su corazón iba demasiado deprisa, su cabeza daba vueltas y se estaba mareando, apoyo su cuerpo en la pared para no caerse. Nevan se asustó al verlo así.
-No puede ser, no puede ser... - golpeaba su cabeza contra la pared repitiendo la misma frase mil veces.
-¡Te vas a hacer daño! Nash, no lo hagas. – el omega dejó a Emily en su carrito para proteger la cabeza del alfa. – No hagas eso, por favor. Nash, tranquilo.
-Ellas me han encontrado... - sus ojos estaban abiertos completamente, no tenía ni idea de cómo reaccionar a esta situación. – No puede ser, no quiero, no quiero...
Siguió golpeando su cabeza contra la pared, ignorando que la mano de Nevan se encontraba allí, el omega le pedía que se calmara preocupado por si se hacía daño. Los ojos de Nash empezaron a llenarse de lágrimas al pensar en sus madres, no estaba preparado para verlas, y mucho menos hablar con ellas ¿porque habían ido a verlo?
-Tranquilo, Nash. – Nevan lo abrazo con cariño, susurrándole al oído palabras bonitas. – Estoy aquí, a tu lado, todo va a salir bien.
Nevan quería rodearlo con sus feromonas, pero Nash era demasiado grande. Una gota de sudor frio cayó por la espalda del omega debido al esfuerzo, aún sentía su cuerpo débil, pero no sé lo había dicho a nada. La reacción del alfa lo altero demasiado y estaba actuando casi sin pensar.
-Estoy aquí, contigo. – sonrió. – Estoy aquí, soy Nevan ¿me reconoces? – acarició su cabello con ternura. – Estamos en el hospital ¿recuerdas? Hemos venido a una revisión y vacuna para Emily, todo está bien.
-¿Nevan? – asintió y dejó que tocara su rostro. – Ellas me han encontrado, ellas querrán separarme de ti. – lloro, el omega no entendía que quería decir. – No creen en ti, piensan que estoy loco.
Joe dejó que se sentará en la camilla para calmarse, Nevan volvió a cargar a Emily al ver que seguía llorando. Nash temblaba de manera exagerada sobre la camilla, apretando sus puños. Pensar en ver a sus madres le causaba verdadero terror, verlas significaba siempre cosas horribles. Aún le dolían las palabras que le había dicho Lisbeth cuando insistió en buscar al chico del parque, podía escuchar claramente las palabras que dijo Clarisse a su esposa cuando afirmo que iba a seguir buscándolo hasta el final.
"Deberíamos volver a llevarlo, Livie. Él aún no está bien." La respuesta de Lisbeth no la tenía clara, cada vez escuchaba una respuesta diferente. "La muerte de Camila sigue afectándolo, sigue creyendo que vio a ese niño. Amor ¿Qué debemos hacer?" Nash sabía que escuchar las conversaciones privadas estaba mal, pero tenía curiosidad por saber que estaba pasando. "Nuestro hijo no está bien, Livie, tenemos que hacer algo. No quiero perderlo a él también, está enfermo, al igual que Camila."
ESTÁS LEYENDO
Hasta el final del camino
Любовные романыDespués de la extraña desaparición de su alfa, Nevan se encuentra solo en su nueva vida. Sin nadie que pueda ayudarlo. Su única esperanza es mudarse al barrio de los omegas, un lugar donde descubrirá que no todo es tan fácil como parece. Solo y si...