-Estúpido alfa, a mí me da igual lo que me puedas hacer... - grito Scott desesperado desde la otra línea telefónica. – Quiero que me digas donde cojones está Nevan, es lo que me importa ahora.
Scott solo pudo escuchar un leve suspiro, su piel se erizó al escucharlo. Nash al otro lado de la línea se mantenía en silencio, esperando una nueva amenaza de parte del beta. Nevan y Emily llevaban tres días desparecidos, al igual que el alfa y no había ni una sola pista de su paradero.
-Tócale un solo pelo de la cabeza, a alguno de los dos y enviaré al infierno a por ti. – el beta se estaba aguantando las ganas de gritar. – Atrévete a tocarlos y te mataré, asqueroso animal.
-Están en un lugar seguro, junto a mí. – respondió antes de colgar la llamada.
Lily detuvo a Scott cuando se disponía a estampar su móvil contra la pared, la familia Corbin había abierto una investigación para encontrar a Nevan y Emily. Celia fue la última en verlos, antes de irse, la beta se extrañó de que Nevan tardase tanto tiempo en volver al hostal, tan solo había ido a comprar unos pañales a la tienda de la habitación. Fue ella quien dio la voz de alarma cuando vio la habitación de Nevan y Nash completamente vacía.
Sobre el escritorio de Nash se encontraba una pequeña nota escrita por el alfa, a Celia se le helo la sangre cuando la leyó.
"Solo estarán seguros conmigo. No los busques.
Nash Smith."
Celia busco por todos los rincones posibles para encontrar a Nevan y Emily, pregunto a todos los huéspedes que lo conocían, hablo con los desconocidos que solían cruzarse con él cuando iba de paseo con Emily, pero ninguno sabía dónde se encontraba.
-No pude hacer nada, Joe. – sollozo cuando el beta fue a consolarla. – Se los han llevado, no están aquí.
Los gatitos maullaban al lado del sillón, alarmados por la situación. Travis había estado buscando a Nevan, el pequeño se sentía ansioso ante la pérdida de su dueño. Scott grito con furia al enterarse de la noticia de la desaparición del omega y su hija. Lily tuvo que ir al hostal para controlar a su amigo, ya que no tenía contacto con su familia, la beta se quedó con él en la habitación.
-Cálmate, lo encontraran, no te preocupes... - Celia no se sentía bien con aquellas palabras. – No es capaz de hacerle daño, sabemos el apreció que le tiene a Nevan.
-¡Lo secuestro, Joe! – grito. – Lo secuestro frente a mis ojos y yo no me di cuenta.
Joe la abrazó con fuerza, Celia llevaba desde la desaparición sin dormir y apenas comía un poco, estaba pendiente todo el tiempo de su móvil por si Nevan o Nash llamaban. El número de Nevan se encontraba desconectado, sabían que Nash seguía usando su número, aunque de manera descontinua, el alfa apagaba su móvil cuando terminaba de llamar. Aún no habían encontrado el lugar donde se encontraba.
-¿Qué es lo último que recuerdas? – le volvió a preguntar el beta, Celia estaba cansada de responderle a esa pregunta. – Cualquier detalle es importante.
-Nevan llevaba el carrito donde estaba Emily, iba vestido con una camisa corta de color amarillo con un osito sobre su pecho, unos vaqueros negros y sus zapatos favoritos. – repitió por enésima vez. – Emily seguramente llevaba alguno de sus vestiditos, encontré su diadema en el suelo de la habitación.
Celia se cubrió el rostro con sus manos, no soportaba la idea de que Nash le hubiese hecho algo malo a alguno de los dos, la simple idea de que estuvieran en peligro le helaba la sangre. Tan solo tenía ganas de llorar, sus ojos escocían.
-Joe, y si se ha vuelto tan loco que les intenta hacer daño. – le faltaba el aire. – Puede hacer cualquier cosa, y yo no pude protegerlos, no pude hacer nada ¿porque no me di cuenta de lo que estaba pasando?
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Hasta el final del camino
Любовные романыDespués de la extraña desaparición de su alfa, Nevan se encuentra solo en su nueva vida. Sin nadie que pueda ayudarlo. Su única esperanza es mudarse al barrio de los omegas, un lugar donde descubrirá que no todo es tan fácil como parece. Solo y si...