CAPITULO 64

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El invierno llego sin novedades sobre el caso de Nash, el alfa se negaba a contar que era lo que le había llevado a cometer todo aquello. Rose, confundida y cansada de que la persiguieran por todos lados, comenzó a contar, poco a poco, y dando pequeños detalles, que era lo que le había llevado a su primo a cometer esos crimines. Puntualizando que ella no tenía ni idea de lo que quería hacerle a Jaxon.

Tampoco pudieron encontrar nada extraño entre los mensajes que había recibido de parte de su primo. Revisaron toda la información que sabían de ambos, hasta llegar un pequeño acuerdo. Rose testificaría en contra de su primo, para que su condena fuera menor, aunque no estaba muy segura con el trato. Runa la había ayudado a afrontar su futuro, de la mejor manera posible, ella la esperaría hasta que volviera. Dos años pasaban muy deprisa, le aseguro la última vez que la vio. Runa no sabía si eso convencería del todo a la beta, pero necesita que al menos acepte el trato.

De las madres de Nash, se sabía más bien poco. Ambas aseguraban que su hijo fue engañado por Nevan para cometer aquellos crimines, y siguen culpando a la familia Corbin de no notificar que su hijo se encontraba en su hostal cuando se inscribió. Celia estaba cansada de escuchar que Nash se había comportado de aquella manera, por culpa del omega. Ella lo defendía sin temor a ser reprendida por nadie, sabía que la resguardaba la familia Corbin.

A Nevan le costó afrontar la muerte de su padre, aunque nunca tuvieron una gran relación fraternal, el omega se negaba a aceptar que había quedado huérfano con tan poca edad. No le debía nada a Balto, y nunca estaría agradecido por lo que le hizo, pero era extraño para él ya no tener un padre. Por lo que le contó Joe, Nevan supo que Balto intento arreglar su relación con él cuando cayó enfermó, por eso pidió que lo fuera a visitar. Balto insistía aunque el omega siempre se negaba, quería pedirle perdón por todo lo que le había hecho.

Balto se enteró del secuestro de su hijo por la televisión. El alfa quiso ayudar como pudiera en la investigación, dio una gran suma de dinero para que pudieran descubrir donde se encontraba su hijo y su sobrina. Pero sus fuerzas no eran las suficientes para seguir adelante, le escribió una carta a Nevan, para cuando lo encontraran. Ya que aseguraba que encontraría a su hijo costará lo que costara. Murió pocos días antes de que lo encontraran, el único deseo de Balto era volver a ver a su hijo. Aunque sabía que había hecho muchas cosas mal, necesita contarle la verdad, sobre la muerte de su madre.

La carta, aún no ha sido leída por Nevan y no cree leerla nunca. Celia le prometió estar a su lado, en el momento que decidiera abrirla, pero el omega le respondió que no era necesario. Guardo la carta en un pequeño baúl que contenía algunos recuerdos de su pasado, entre ellos los dibujos que hizo en el hostal y las placas de los nombres que no entrego.

La casita de los gatos fue cambiada por rascadores, y camitas cómodas en el piso que estaban viviendo. Algo a lo que les costó acostumbrarse. Dama había adquirido la mania de mirar por la ventana, sin importar el momento del día en el que se encontraban. La notaban melancólica, ella echaba de menos a su amigo Nash o eso pensaba, la verdad es que no conocían demasiado bien los cambios de Dama, la llevaron en varias ocasiones al veterinario por si tenía alguna enfermedad, pero todos los resultados salían perfectos. Dama estaba sana, al igual que sus hijos.

Tras insistir un poco, Celia consiguió que Nevan aceptará tener algunas citas con la psicóloga Dubois, la mujer iba a su piso, una vez por semana para hablar con él. Los primeros días, no hablo mucho, el omega tan solo movía la cabeza para asentir o negar. Poco a poco, la señorita Dubois consiguió que Nevan hable sobre su infancia, la relación con sus padres, la relación con Jaxon y su secuestro entre ellas...

-Me sentía un mal papá para Emily. – confesó con miedo, Dubois lo escuchaba sin interrumpirlo. – Muchas veces pensé que morir era la mejor manera de dejar de sufrir.

Hasta el final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora