Oliver estaba atento a su móvil desde primera hora de la mañana. Su intención había sido acompañar a Scott a su revisión, para preguntarle cual sería el tratamiento a su doctor, pero lo habían llamado a última hora para que cubriera una baja, de una de sus compañeras. Scott le aseguro que podía ir él solo, no había ningún problema en eso, además debía pasar por la casa de uno de sus amigos para que le diera los bocetos del vestido de su novia.
-Tienes mala cara, Oliver. – el beta suspiro con tristeza. – No me digas que has vuelto a discutir con ese chico. – su compañero se sentó a su lado. – Oliver, te compadezco, mi mujer a veces también puede llegar a sacarme de mis casillas. Estoy de tu lado.
-Ramírez, no he discutido con Scott. – respondió de mala gana. – Es algo más importante.
-Por eso tienes esa cara tan larga desde la mañana ¿verdad? – no quiso contestarle. – Cuéntame que es eso tan importante, te escucharé.
-Vuelve a tu trabajo, Ramírez. – le gruño. – No estoy de humor para hablar.
El alfa lo miro algo furioso. Desde la llegada de Scott de nuevo a la vida de Oliver, su compañero había cambiado bastante, ya no se quedaban después del trabajo para ir a tomar algo, o hablaba con ellos sin pensar en el tiempo. Oliver era el primero en llegar a la oficina y el primero en irse, siempre se daba prisa para terminar su trabajo a tiempo, para poder ir a ver a Scott.
-Te tiene cogido por los huevos, Oliver. – no le respondió. – Ese chico es muy poca cosa, para tenerte así.
-Puedes hacer el favor de salir de mi oficina, Ramírez. – le grito cansado. – Ahora, es una orden. – el alfa se rio. - ¡Fuera!
-Tranquilo, ya me iba. – Oliver ignoro el comentario que le dijo. – Espero que vuelvas a ser el de antes pronto, ahora te has convertido en alguien bastante aburrido.
-¡Ramírez, fuera! – le repitió rabioso. – Estoy seguro de que tienes trabajo que hacer, deja de hacer el vago.
-Estás hablando como mi mujer. – el beta puso los ojos en blanco. – Ese chico te tiene traumatizado, pobrecito, espero que pronto de des cuenta.
Oliver cerró la puerta con llave, para que no lo volvieran a molestar. En su ordenador estaba conectado el número de su móvil, por si Scott lo llamaba y no sé daba cuenta. Aunque siempre estaba vigilando cualquier novedad. Se sentía nervioso, no le gusto demasiado la cara que puso Scott cuando le dijo que debía presentarse al trabajo, incluso creyó que quería decirle algo, pero no se atrevió.
Las horas pasaban sin novedad, si no se equivocaba, Scott debía haberle llamado hacía aproximadamente dos horas, pero no lo hizo, tampoco le envió ningún mensaje y respondió a los que les había enviado a él. Lily tampoco sabía nada del beta, desde la noche anterior que no había hablado con él.
Estaba a punto de devorar las uñas de la mano izquierda, cuando se dio cuenta que un puntito blanco empezó a parpadear en su móvil. Scott le había enviado un mensaje hacía unos minutos. Oliver respiro aliviado al saber que no lo habían secuestrado, estaba pensado en organizar un equipo de busca para encontrarlo.
"No hay novedades, Oli. Todo sigue igual. No ven ningún tipo de mejora, aunque tampoco ha empeorado. Si sigo así, podrían operarme en unos meses. Debo hacerme unas pruebas más."
"¿Te encuentras bien? ¿Quieres que vaya? ¿Dónde estás? Scotty, dime si necesitas algo. Me inventaré alguna excusa para ir. No te preocupes por nada."
"Estoy en la casa de Orión." –le envió varios emoticonos de pastelitos y un corazón.
"Me invito a desayunar, ya que le dije que no pude hacerlo. Estoy pensado en ir a ver a Nevan, Emily no para de preguntar por mí. No quiero que mi sobrina se preocupe demasiado."
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Hasta el final del camino
Storie d'amoreDespués de la extraña desaparición de su alfa, Nevan se encuentra solo en su nueva vida. Sin nadie que pueda ayudarlo. Su única esperanza es mudarse al barrio de los omegas, un lugar donde descubrirá que no todo es tan fácil como parece. Solo y si...