CAPITULO 72

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Emily comenzó a revolotear alrededor de Scott con curiosidad, el beta cargaba con él una gran bolsa llena de cosas que ella quería descubrir. Le causaba cierta emoción saber lo que había escondido, incluso intento engañar a Scott para descubrirlo. Pero él insistía en que debía esperar un poco más, y eso significaba mucho tiempo para la pequeña de la casa.

-Te estoy viendo, princesa... - ella sonrió al escuchar la voz del beta. – Me acompañas, tenemos que ayudar al tío Oliver a subir unas cosas... - asintió. – Lily ¿te quedas con Nevan?

-Tengo llevar mi maleta a la habitación, lo ayudaré a organizarlo todo.

La pequeña Emily toma la mano de Scott para bajar las escaleras, su tío le había propuesto darle un susto a Oliver mientras él estaba distraído. Emily cubría su boca con la mano que tenía libre para que no la escuchara, mirando de reojo a Scott. El beta le indicaba cuando debía asustarlo, por el momento tenían que esconderse detrás de los buzones y esperarlo.

-El tío Oliver vendrá pronto. – sonrió Scott. – Cuando lo veamos en el pasillo, tienes que saltar a sus brazos.

-¿El tío Oli es fuerte? – el beta asintió con picardía.

Oliver miraba con atención hacía todos lados, le resulto demasiado extraño que Scott no le ayudará a subir las últimas maletas y se excusará con que tenía que ir al baño. Había visto como el beta salía junto a su hermana, riéndose mientras lo miraba de reojo. Nada bueno venia cuando Scott comenzaba a reír de esa manera, le tenía cierto miedo.

-Scotty... - el beta no le respondió, Oliver se asomó para ver detrás de la estatua de la entrada. – Scotty ¿Estás ahí?

Se podía escuchar una ligera risita al final del pasillo, ese tensó cuando aquella risita se intensifico. Podía escuchar claramente dos voces diferente, Scott se negaba a responderle haciendo que sintiera un poco más de miedo.

-Scotty, espero que seas tú... - Emily miró con una maldad infantil a su tío. – Espero que seas tú, y no un fantasma ¿me escuchas?

Oliver dejó las maletas en suelo antes de llegar al ascensor, Scott no podía estar en la entrada, ya que vio como entro en el bloque de pisos, hubiera tenía que pasar por su lado, para poder salir. Tampoco estaba detrás de la estatua, así que solo le quedaban dos sitios para mirar. No creía que Scott estuviera escondido en el ascensor, ya que le daba miedo entrar solo.

-Scotty, sé que eres tú... - la risa de Emily se unificó, mientras Scott la sujetaba para que no saliera aún. – No le estarás enseñando maldades de nuevo a la princesa ¿verdad?

Introdujo su mano dentro del bolsillo del pantalón, donde guardaba el móvil. Atentó a cualquier cosa que pudiera ocurrirle, no podía fiarse de ninguno de los si estaban juntos. Scott sonreía mientras abrazaba a Emily, era la única manera de que siguiera jugando y no fuera a por Oliver.

-Scotty... - desbloqueo su móvil con cuidado. – Voy a descubrir si eres tú. – lo amenazó con seriedad. – Espero que estés preparado cuando te encuentre.

Emily cubrió la boca del beta para que no lo escuchara reír, Oliver iba a descubrir su escondite si seguía riéndose. Podía ver como el beta se movía poco a poco, cada vez más cerca de ellos. La pequeña negaba con la cabeza para que Scott deje de reírse.

-Te parece gracioso enseñarle a hacer estás cosas a Emily. – lo regaño enfadado, la pequeña sonrió.

Oliver marcó el número de Scott y espero que empezar a sonar. Emily se asustó cuando escucho el móvil, la canción que tenía su tío nunca le había gustado. Esta vez el turno de Oliver para comenzar a reír, el beta vio cómo se asomaba una trenza cerca de las escaleras, pero no dijo nada. Scott desvió la llamada en pocos segundos.

Hasta el final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora