ARIAN #4 [Disponible en físico]

NUEVE

Arian

-¿Cuántos primos tienes? Y lo más importante ¿están solteros?

-Bianca- gruñe su padre.

Ella pone los ojos en blanco, pero enseguida devuelve su atención a mí.

-Tengo muchos primos y primas- contesto- Sólo dos están solteros y son mayores de edad.

-¿Y son tan guapos como tú?- pregunta sonriendo.

-Luca y Andreas son mucho más guapos, Luca es alto, pelo rubio y rizado, ojos azules, le gusta cuidarse. Y Andreas es de pelo oscuro como el mío, sus ojos también son azules, es alto, también se cuida.

La boca de Bianca se abre entre el asombro y una sonrisa.

-¿Cuántos años tienen?- pregunta.

-Tu edad, veinte años. Pero no creo que sean adecuados para ti.

-¿Por qué?- pregunta indignada.

-A ellos les gusta compartir todo- contesto.

-Bianca basta- gruñe Alonso- Deja de preguntar estupideces. Y no te acerques a nadie en esa casa, en cuanto esto se haya solucionado volveremos a nuestra casa.

-Papá relájate, sólo me divierto.

Bianca se reclina en su asiento del avión. Amato entra en la cabina, se pone detrás de mí y me susurra al oído.

-Estamos a punto de aterrizar, he sido informado de que Massimo, Luca y Andreas están en el viñedo.

-Cazzo- murmuro.

-¿Quieres que vigile a la señorita?

-Sí, ordena a alguien que vigile a mis primos. En cuanto la vean van a ir a por ella como lobos hambrientos.

Amato asiente. Danilo me mira fijamente. Me pellizco el puente de la nariz, creí que mis primos se quedarían en Rusia con Sasha.

-¿Algún problema?- susurra Danilo.

-No, cariño, nada que no pueda solucionar.

Él asiente. El avión aterriza en el aeropuerto de Calabria. Mis hombres son los primeros en salir para asegurarse de que no hay peligro. Luego salimos nosotros, subimos a los coches que no esperan en la pista. Danilo, su hermana y su madre vienen conmigo en uno. Su padre y su tío Carmelo van en el de atrás con Amato y Bruno. Arranco el coche y conduzco fuera del aeropuerto.

-¡No puedo creer que esté en Italia!- exclama Bianca emocionada.

-Algún día te llevaré a Florencia y Roma- le digo.

Ella aplaude.

-Eres el mejor cuñado del mundo.

-Interesada- murmura Danilo sonriendo.

-¡Oye que no lo digo sólo por eso!- protesta Bianca- Puedo ver que Arian te cuida y te protege y ojalá le haga pagar a Thiago por lo que te ha hecho todos estos años.

Bianca se cruza de brazos, su madre la regaña por decir algo así. Pero sí, Thiago va a pagar por lo que le ha hecho a Danilo durante tres años. Va en el maletero del tercer coche con cinco de mis hombres. El viñedo aparece ante nosotros unos minutos más tarde, veo de reojo y por el retrovisor las caras de Danilo, Flávia y Bianca. Están asombrados por lo que ven, siempre me ha gustado el viñedo. Es un lugar casi mágico, cuando la puesta de sol alumbra la casa es como el paraíso en la Tierra. Es un lugar increíble en el que tengo la suerte de vivir y llamar hogar. Aparco el coche y suspiro. Estoy contando los segundos mentalmente y como un reloj, aparece gritando.