UNO

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Antes de empezar quiero aclarar algo. Danilo y Arian hablan en portugués entre ellos. Cuando Danilo tenga que hablar con la familia de Arian, hablará en español con ellos. Son los dos únicos idiomas que conoce Danilo, no habla italiano y mucho menos ruso. Ahora sí, disfrutad.

Jake. M.O.

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Arian

-Que hagas eso no ayuda- susurro en el oído de Danilo.

-Lo siento, estoy nervioso.

Su culo se aprieta contra mi dura polla mientras estamos en el club de gay de Setúbal. Es la primera vez que venimos aquí. El novio de Danilo salió de viaje por trabajo hace una semana, llega mañana de regresó. Sólo tengo una noche con Danilo y pienso aprovecharla.

-No te muevas Danilo, estás empeorando mi erección.

Él se ríe, vuelve a hacerlo.

-Joder, deja de frotar tu culo en mi polla o te juro que te llevo al baño de este club.

-Quizás deberíamos irnos.

-Si nos vamos sabes lo que va a pasar.

Asiente.

-Vámonos- le digo.

Tomo a Danilo de la mano, lo arrastro fuera del club. Me detengo con él junto a mi coche.

-¿Estás seguro de esto?- le pregunto.

-Sí, quiero esto.

-Joder.

Agarro su cara entre mis manos, choco violentamente mis labios contra los suyos. Tres putos años esperando esto. Un beso, una señal de él que me indicara si debía seguir adelante. Aprisiono el cuerpo de Danilo contra el mío. Froto mi polla contra la suya. Danilo me empuja hacia atrás con sus manos en mi pecho.

-¿Qué pasa?- pregunto.

-Que van a vernos, Setúbal no está muy lejos de Lisboa, si alguien me reconoce...

-Claro, vamos a mi hotel.

-Lo siento, es que no quiero que me vea nadie.

-Lo entiendo, sube al coche.

Danilo rodea el coche mientras yo me subo al lado del conductor. Espero a que esté dentro para pisar el acelerador y salir del club.

-Sigo sin entender por qué no lo dejas, hace mucho tiempo que no sientes nada por él.

-Arian no puedo dejarlo, por favor, no hablemos de Thiago, es nuestra noche.

-Sí, sólo tenemos una puta noche. Quiero todas las noches.

-Lo siento, Arian. Siento mucho que esto tenga que ser así. Si no lo quieres puedes llevarme a mi casa.

-No, lo siento. Sé que sólo puedes ofrecerme esto, por ahora. Quiero que luchemos por nosotros. Danilo no sé qué es lo que te retiene al lado de ese imbécil y tampoco sé por qué no quieres contármelo. Pero aceptaré cualquier cosa que estés dispuesto a darme.

Danilo agacha la cabeza. Pongo mi mano en su muslo.

-Oye, vamos a pasárnoslo bien, ¿de acuerdo?

-Sólo nosotros dos- dice sonriendo.

-Sólo nosotros.

Tomo la mano de Danilo para darle un beso. Él es todo lo contrario a mí. Es dulce, amable con todo el mundo, simpático, siempre está sonriendo, divertido, cariñoso. Es como un saco lleno de buenas cualidades. Conduzco de vuelta a Lisboa, llevamos todo el día fuera de la ciudad. Esta mañana lo recogí en la esquina de la calle donde vive, fuimos a Almada a desayunar, visitamos el monumento Cristo Rei, dimos un paseo por la playa y después lo invité a comer a un restaurante con vistas al mar. Por la tarde seguimos nuestro viaje a Sesimbra. Danilo me llevó a la calle donde viví desde que nací, apenas recordaba nada, sólo tenía dos años cuando mi padre nos encontró y nos fuimos con él. Danilo tenía diez años en ese entonces, él recuerda más cosas que yo. Danilo empieza contarme cosas sobre su trabajo, se encarga del bar que su padre abrió en Lisboa. Me habla sobre sus clientes más frecuentes. Se ríe cuando me habla de un hombre de más de cincuenta y cinco años que coquetea con el cuándo se emborracha y ni siquiera es gay. Aprieto el volante con mis manos.

ARIAN #4 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora