ARIAN #4 [Disponible en físico]

TREINTA

Arian

Me estoy volviendo loco aquí encerrado en el salón sin saber qué le están haciendo a Danilo, todo lo que corre por mi mente es desastroso. Dijo que lo azotaría con un latigo, como si hubiéramos vuelto a la época de la esclavitud. Luca es tan retorcido y enfermo. Mis primos están igual, Andreas y Luca pasean de un lado a otro de la habitación. Murmuran cosas entre ellos. No podemos salir de aquí, no porque tengamos guardias vigilandonos, sino porque tienen de reénes a nuestra familia. Un paso en falso y cualquiera de ellos podría morir. La puerta del salón se abre, un hombre empuja a mi prima Gabi hacia dentro. Tiene los ojos llenos de lágrimas, el tío Alessio se apresura a tomarla en su brazo, le pone una mano en el vientre.

-¿Te han hecho algo?- le pregunta.

Mi prima niega con la cabeza.

-Me han sacado la bala y cosido la herida, sólo eso.

-¿Por qué ese maldito loco dice que mató a papá?- pregunta mi padre- Creí que se había suicidado, es lo que dijiste- dice señalando al tío Alessio.

-Es lo que yo creía, dejó una maldita carta, lo encontré en el despacho con un tiro en la sien.

-Lo fingió todo- dice el tío Massimo- Luca fingió el suicidio de nuestro padre, seguramente lo obligó a escribir esa carta. Siempre creí que se había suicidado por no poder vivir sin nuestra madre.

-La lloraba cada día, hermano- dice el tío Alessio- Papá no soportaba estar sin ella, por eso destruyó el invernadero que él mismo le construyó. Por eso dejó de dormir en su habitación, dijo que seguía oliendo a ella. Y por eso nunca se volvió a casar, la amó hasta su último aliento.

El tío Massimo se limpia las lágrimas con su mano. Le doy una patada a la mesa de café.

-Tengo que salir de aquí- gruño.

-¿Qué podemos hacer?- pregunta Gabi.

-No lo sé, maldita sea- contesto- Pero tengo que hacer algo para sacar a Danilo de esto, cazzo, me estoy muriendo de la desesperación.

-Hijo, saldremos de esta- dice mi padre frotando mi espalda.

-¿Pero en qué estado papá? ¿Y si la mente de Danilo no lo soporta? No puedo perderlo otra vez.

-Danilo es fuerte, estuvo tres años soportando los continuos maltratos de su ex novio, cuando le pasó lo de la memoria fue por verte mal a ti. Si tú estás bien, él lo estará.

Quizás mi padre tenga razón. Sin embargo, no puedo dejar de pensar en todo lo que debe estar sufriendo.

A la mañana siguiente, unos guardias vienen a buscarnos para desayunar en el comedor. El tío Alessio entra en cólera cuando ve los moretones en la cara y el cuerpo de la tía Chiara.

-Estás jodidamente muerto- lo amenaza.

Busco a Danilo con los ojos en el comedor, pero no está. La puerta de la cocina se abre, Danilo sale con platos de comida. Cojea de la pierna derecha, hace gestos de dolor cada vez que tiene que girar el cuerpo. Aprieto los puños encima de la mesa. Cuando me deja mi plato me susurra en el oído.

-No hagas nada, por favor, piensa en tu madre y tu hermana.

Cierro los ojos, aflojo el puño lentamente. Cuando abro los ojos miro fijamente a Luca. Bianca también entra en el comedor. Tiene los ojos rojos, le deja un plato a Luca y otro a Andreas, ellos la observan, pero ella no dice nada.

-Bianca- la llamo- ¿Puedes acercarte?

Ella mira a Luca, él asiente.

-¿Te ha tocado?- le pregunto.