QUINCE

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Danilo

Observo a Arian prepararse, son las seis de la mañana, estamos en lo que ellos llaman la habitación segura. Todos, excepto mi tío Carmelo, estamos aquí. Es una habitación muy grande, tiene varias camas, algunas son literas, un par de cunas para los niños y juguetes para ellos. Hay comida, mucha comida almacenada. Armas de todo tipo. También hay ropa, dos baños y un largo pasillo que lleva a unos túneles subterráneos. Alessio nos ha dicho que, en caso de emergencia, tenemos que seguir a Génesis, ella sabe por qué túnel debemos ir. Arian se coloca el chaleco antibalas mientras me mira, me guiña el ojo a la vez que aprieta las correas de los lados del chaleco. Luego guarda un arma detrás de su espalda y otras dos a los lados, un cinturón con varios cargadores le atraviesa el pecho de lado a lado. Se acerca a mí, pone su mano sobre mi mejilla.

-Voy a volver, te lo prometo- dice antes de darme un beso.

-Por favor, hazlo. No quiero vivir sin ti.

Me vuelve a dar un beso en la boca, esta vez más largo, disfruto de sus labios y su sabor.

-Vive tu vida, Danilo. Y ponle mi nombre a uno de los niños.

Lo empujo por el pecho suavemente, Arian se ríe. Me agarra por la muñeca y tira de mí hacia él.

-Me acabo de clavar una de tus armas en la cadera- me quejo.

Arian sonríe enseñándome sus perfectos dientes.

-No era mi arma- susurra.

-Arian, estás a punto de ir a una guerra segura y tú...- miro a nuestro alrededor antes de decirle lo siguiente- Te pones duro.

-Son tus labios los que me provocan.

-Por favor, vuelve.

-Te amo.

-Te amo.

Lucía me toma por la mano después de despedirnos de todos, Gabriella e Ivanna han ido con ellos. Me siento en el suelo con los hijos de León e Ivanna. Las tres niñas están tumbadas en el suelo bocarriba sobre una mullida alfombra, Kassius está sentado jugando con uno de los juguetes que hay aquí. Tomo a una de las niñas en mis brazos. Tiene los ojos tan azules como su madre y el pelo negro como su padre. Las tres niñas son exactamente iguales. Kassius es la excepción, es una mini copia de León. Juego un rato con Ivanka, Génesis me ha ayudado a diferenciarlas. A pesar de ser gemelas idénticas, hay pequeñas cosas que las diferencian. Por ejemplo, Ivanka tiene un aro marrón alrededor de la pupila, después el más puro azul se expande por todo el iris. Leona tiene un lunar encima del labio y Giulia tiene una pequeña mancha marrón en el iris del ojo derecho. Si no fuera por estas cosas, sería imposible saber quién es quien. Mi hermana se sienta a mi lado, toma a Leona en sus brazos. Pasa una hora y no hay noticias de fuera. Mi padre se sienta a mi lado, ahora tengo en mis brazos a Kassius, se ha quedado dormido hace poco. Mi padre me sonríe.

-Siempre fue tu sueño- dice.

-Sí, lo sabes.

-¿Y Arian está de acuerdo? Ese primo suyo dijo que no quería hijos.

-Arian sólo quiere hacerme feliz, me dará todo lo que quiera, papá.

Mi padre asiente.

-No sabía nada de lo que estaba haciendo tu tío.

-Lo sé, papá.

-Danilo, hijo, lo que te dije nunca debió salir de mi estúpida boca. Eres y siempre serás mi hijo. No me gusta...

-Arian, lo he pillado- interrumpo a mi padre.

-No, él es bueno contigo. Mi problema no es con él, sino con su forma de vida. Es peligrosa.

ARIAN #4 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora