ARIAN #4 [Disponible en físico]

VEINTINUEVE

Danilo

Ivanna hace un amague para atacar a uno de los hombres, se detiene cuando uno de ellos apunta con su arma en la cabeza a Ivanka. Abrazo a Kassius para intentar calmarlo, no ha dejado de llorar desde que Luca entró en el salón. Nos han encerrado en la biblioteca. Génesis es la única que parece estar en calma, mira a los hombres furiosa, pero se mantiene serena. No sé cómo lo hace. Yo sólo puedo pensar en qué está pasando con Arian y los demás. Los hombres que nos retienen hablan cosas en italiano, se ríen y miran a las mujeres. Génesis se pone de pie. Uno de los hombres le dice algo, por su tono parece ser una orden. Mi padre se levanta, el hombre lo mira fijamente.

-Siéntate, puto negro- escupe en español.

-¿Crees que eres más hombre por llamarme negro?

-No eres más que una mierdecilla- el hombre chasquea la lengua- Nunca debieron daros la libertad, estábais mejor como esclavos.

Génesis golpea al hombre con su puño, levanta la rodilla y golpea su entrepierna. El otro hombre la apunta con su arma.

-No vuelvas a hacer una tontería así- le dice.

Ella no contesta, se sienta en su sitio sonriendo. Mi padre vuelve a mi lado. Me pasa el brazo por encima de los hombros. Kassius por fin se ha calmado y se ha quedado dormido en mi pecho. Le abrazo fuertemente temiendo que me lo arrebaten de las manos.

Pasan largas horas, deben ser más de las doce de la noche. Los niños se han quedado dormidos. Mi hermana y Lucía luchan contra el sueño. Génesis sigue en la misma posición observando fijamente al hombre que le apuntó con el arma. Él le ha dicho algo varias veces, cosas que ella ha ignorado porque ha seguido mirándolos. El hombre vuelve a decirle algo, ella sonríe. Él se vuelve histérico y le da una bofetada en la cara.

-No deberías haber hecho eso- dice Lucía- Vas a morir lentamente- se ríe.

-Il Diavolo no puede tocarme, los hombres muertos no pueden vengarse.

Génesis se pone de pie.

-¿Quién te ha dicho a ti que Il Diavolo va a morir? Si una explosión no pudo, ¿por qué iba a poder conseguirlo un hombre que está loco?- dice ella.

-Serán la esposa de Alessio Di Santos, pero eso aquí no te sirve de nada- el hombre señala a Ivanna- Y tampoco le sirve a ella ser la esposa de Il piccolo Diavolo. No sois nada sin ellos.

-¿Estás seguro de eso?- pregunta Ivanna- Acércate y te mostraré quién soy.

El hombre golpea a Ivanna en la cara, Alek trata de lanzarse hacia él, pero lo detengo.

-Los niños- le digo.

-Sí, ruso. Haz caso al negro o los pobres niños sufrirán las consecuencias- se burla el hombre.

Alek aprieta la mandíbula y los puños. Un hombre entra en la biblioteca, le dice algo al oído a otro hombre, que inmediatamente me mira fijamente.

-Negro, ven aquí- me llama.

Le entrego Kassius a mi padre.

-No vayas- me dice él.

-Tengo que hacerlo, no puedo dejar que os hagan daño.

-Eres muy inteligente para ser negro- se ríe uno.

-Tengo toda la inteligencia que no recibiste tú cuando tus padres cometieron el error de procrear- contesto.

Dos hombres se ríen, otro me agarra por el brazo, me empuja fuera de la biblioteca. Dejo atrás a los demás gritando que no me hagan nada. Me llevan por la casa hacia el otro ala. Entramos en el comedor. Luca está sentado a la cabeza de la mesa, tiene a Alessio a su derecha, Massimo lo sigue y después Enzo. Chiara y Aurora están sentadas a la izquierda. Al lado de Aurora está su hijo, Dani, después Gabi. Al lado de Enzo está León, después Arian, Andreas, Luca y Romeo. Todos tienen armas apuntando a sus cabezas.