WILDEST DREAMS || El Mariana

Capítulo 1

El día había empezado no con mucho que hacer, hoy estaba libre, así que decidí arreglar mi casa y salir a hacer las compras.

No les parece curioso... ¿Cómo es la vida de adulto?

Por lo general, nunca hubiera pensado que me dedicaría al stream y a ser doctora al mismo tiempo. Dos cosas súper distintas, pero que amaba.

Por mis estudios llegue a conocer a Diego, bueno... usualmente en el mundo de Internet es mejor conocido como Barca Gamer o simplemente Barca.

Lo podía considerar como una de mis mejores amistades, en general él fue quien me ingreso al mundo del Stream por así decirlo. Llevaba en esto casi 2 años y agradecía a todas las personas que había conocido, la mayoría presentadas por Diego, pero aun así sabía que eran amistades sinceras.

Me había graduado de la universidad hace un año, estudie una extensión de medicina, imageniologia y radiología, esa es mi especialidad, aunque no curse medicina general antes porque si me daba pereza estudiar tantos años. Tenía mi pequeño consultorio abajo de mi departamento.

Mi mejor amiga, Alex, si se había dedicado a lo de medicina general, a pesar de que aún seguía con sus estudios, me ayudó a abrir el consultorio juntas.

Saliendo de mis pensamientos, saque mi tarjeta y se la entregue a la chica que me atendía para que me cobrará.

Terminé de agarrar mis bolsas de comida y me dirigí a mi auto en el parqueadero del supermercado.

Además, terminé de acomodar mis cosas, una llamada llegó a mi celular. Saqué mi teléfono del bolsillo y atendí, era Barca.

—Hola cariño — salude.

—Hola Beth Beth, ¿Estás ocupada ahora mismo? — pregunto mi amigo.

—Estoy guardando mis compras en el auto — abrí la puerta del chófer e ingrese poniéndole seguro a las puertas — Pero estoy a punto de ir a casa ahora mismo, deja te pongo en altavoz — anuncié.

Acomodé mi celular en el trípode que estaba entre los aires del carro.

—Ahora si — avisé y prendí el auto.

—Linda, te tengo la mejor noticia de tu vida — habló con emoción y reí.

—¿Al fin me vas a presentar al Mariana? — cuestione con falsas esperanzas.

Para ninguno de mis amigos era cuento nuevo mi flechazo aquel chico de lentes.

—Pues algo así.

—¿Qué?, ¿De verdad?, no me salgas con tus pinches tonteras Diego, con eso no se juega — lo regañe por jugar con mis sentimientos.

—No es broma Beth, te lo juro — dijo — Solo hay un pequeño inconveniente.

—¿Qué cosa puede ser un problema si voy a conocer al tipo que me gusta desde hace meses?

—Con unos amigos creamos un show, que tú ya has visto, Amor o Dinero, pero esta vez será con Mariana, así que te tocara competir con un grupo de chicas — comentó dejando salir un suspiro al final.

—¡BASTA!, ¿Y si no me elige?, te aseguro que entraré en depresión — dramatice.

—Tranquila, yo sé que, aunque sea al top tres vas a llegar — me animo.

—Gracias, mínimo soy una de las tres — hable con sarcasmo — Tienes que mejorar esas palabras de aliento.

—Ya, pero enserió, sé que le vas a caer súper bien, al fin se podrán conocer, es la mejor oportunidad o puedes mandarle un mensaje por Instagram.

—No, ya probamos eso una vez y salió mal por culpa de Roier, yo nunca autoricé mandar esa foto — me quejé y mi amigo río.

—Dale linda, entonces te anoto por amor.

—Obvio, el dinero es una gran oferta la verdad, pero El Patrón lo vale aún más — dijo con orgullo — Bueno flaco, te dejo, estoy a punto de llegar a casa.

—Adiós Beth Beth.

—Adiós cariño un beso en casa.

La llamada se cortó y me concentre en estacionar correctamente el auto.

Apenas me baje di brincos de emoción, al fin conocería a Osvaldo sin forzar el destino como mis amigos querían que lo hiciera.

♡[...]♡

En la noche me llego el mensaje de Diego, donde me informaba que el show se haría mañana en la noche, así que me dedique a arreglar mi itinerario para el siguiente día.

Trabajo desde las ocho hasta las cinco de la tarde, tenía que prender stream a las siete para llegar justo a las ocho al show.

Con suerte todo salía bien mañana, solo me tocaba manifestarlo un poco más.
Cerré mis ojos y pensé en él... Ojalá me llegues a ver de la misma mera que yo lo hago, con el mismo brillo y la misma admiración.