¿Qué era estar enamorado?
En lo personal conocía el sentimiento a la perfección, pero desde hace mucho tiempo no lo experimentaba. Le había dado tantas oportunidades al amor, pero siempre terminaba siendo el segundo plato de una mesa.
Supongo que el...
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—Hola chat, ¿Cómo están? — salude hacía mi celular — Guapa — llame a RIvis — Saluda.
—Hola chat de Beth — movió su mano con una sonrisa.
—¿Y yo? — habló Osvaldo, el cual estaba frente a nosotras.
—Deja giro la cámara — mencione haciendo la acción antes dicha — Saluda.
—Hola gente enferma — saludo antes de entrar al auto.
Volví a girar la cámara para grabarme e ingresé al auto, en la parte de enfrente.
—Bueno chat, como ya vieron en el titulo hoy vamos a comprar cositas con mis novios.
—¿Mis novios? — pregunto con diversión el chico a mi lado y asentí — Mejor me quedo callado.
Acomodé el celular en mi trípode que había traído.
—Yo si quiero ser novia de Beth, mírala que hermosa — comentó Rivs y me giré para verla.
—Ahora bésame — me estiré hasta llegar hasta ella.
La mano del chico tomo mi rostro y me volvió a mi asiento.
—Eres un grosero con la niña — habló la rubia.
—Vieron chat — musite para la cámara — Él me maltrata — señale al chico a mi lado — No me deja besar a mi novia.
—Mejor bésame a mí, ¿Quieres? — manifestó Osvaldo inclinándose a mí.
—Más tarde — lo aparte haciendo lo mismo que hizo conmigo hace unos segundos — Mejor maneja.
Noté la sonrisa ladina que irradiaba su rostro, así que mejor cambié de tema porque lo más lógico era que el chat se había descontrolado.
—Chicos antes de ir de compras, les avisaré que no escuchare sus donaciones, solo leeré el chat.
—Ten — Mariana me entrego su celular.
Ingresé a Twitch y lo primero que me apareció fue mi directo, entre y empecé a leer el chat mientras Osvaldo ponía en marcha el auto.
—Alguien dice que Rivs está haciendo mal tercio — comente — No gente, aquí el mal tercio es Mariana — sonreí.
—¿Cuándo se van de viaje?, pregunta Mila — habló Rivers.
—Nos vamos mañana — contesté.
—¿Quieren saber la hora? — cuestionó la rubia hacia la cámara, aunque los espectadores no podían contestarle — A las cuatro y media de la mañana.
—Ari y Juan nos harán madrugar — volví mi vista al celular — Oigan, esperen un segundo, ¿Cómo que Quackity viene mañana a México? — le pregunté a los chicos.
