WILDEST DREAMS || El Mariana

Capítulo 3

Fase 5: Escribir el nombre de una de las chicas que debería salir.

Tomé un cuaderno y un lápiz y escribí "Mictia".

No es que tenga algo en contra de ella, pero la he visto en casi todos esos programas de Amor, aunque si sentía que había ido por Amor en este de aquí, comprendía su nerviosismo cuando le toco hablar con Mariana.

Meow, una de las chicas había puesto "Todas merecen seguir" así que la habían sancionado, aunque podía llevarse a una chica con ella y así lo hizo, se llevó a Mermelada.

—Ahora Mariana puede rescatar a una de las dos — anuncio Barca.

—Mermelada o Meow — Juan agregó un efecto dramático.

—Pues yo creo que salvo a Mermelada — habló él chico de lentes, llevándonos así a la siguiente etapa.

Contar un mal hábito que tengamos...

No lo dude ni un millón de veces, ya sabía la respuesta.

—Beth, tu turno — llamo Ded.

—Pues no sé si sea mal hábito en sí, pero suelo sobre pensar mucho las cosas — confesé.

Quedábamos cuatro chicas.

—Bueno, niñas, ahora cada una dirá un secreto, una verdad y una mentira, empecemos con Beth que es la última.

—Una vez me cayó una casa de muñecas en la cabeza y un perro me mordió el dedo meñique.

—No manches y ¿Si se te partió la cabeza? — preguntó Ded.

—Ni modo pues, ¿Qué crees que tenía en la cabeza?, ¿Vidrio blindado? — lo molesto Juan.

La verdad es que la mayoría de secretos no eran tan deducibles, pero estuvo chistosa la dinámica.

—¿A quién eliminas Mariana? — cuestione Roberto — Esto define el top 3.

—Sin rodeos, elimino a Mary, lo lamento — Mariana fingió dramatismo.

Mary se despidió y una música se hizo presente.

—Bueno chicas, oficialmente estamos con el top 3 — celebraron los chicos.

—Ahora como todas dijeron que son fans del Mariana, ¿Por qué no dicen tres datos del Mariana? — anuncio Ded.

Lizy empezó, luego fue Mictia y al final yo.

—Sé que le hubiera gustado estudiar gastronomía, le gusta la pizza con piña y no es tan fanático del alcohol — mencioné.

—Beth espero esta pregunta toda su vida — se burló Barca.

—Mariana, ¿Quién de estas tres chicas no será finalista para encontrar el amor contigo el día de hoy? — preguntó el de gorra.

—Está complicado, ¿Puedo pedir un consejo en la sala de abajo?

Los cinco chicos se retiraron, tardaron unos minutos y luego volvieron a la sala.

—Yo creo que la que me gustaría sacar en esta etapa es a Mictia.

Todos los chicos estaban sorprendidos.

—Pues querido Mariana, Mictia había elegido amor.

—¡No mames! — grito Roberto.

—Es que no me puedo quedar con las tres — se quejó el de lentes.

Mictia se despidió, dejándonos solo a Lizy y a mí.

—Creo que es momento de que compartas esta información antes de empezar la final — habló Juan para Barca — Y creo que a todos nos va a poner mucho más tenso de lo que ya estábamos.

—Mariana, por alguna muy mala razón tienes la mala suerte que una de estas chicas quiera el dinero y la otra el amor — anuncio Ded.

Mariana se levantó de su asiento y camino por la habitación.

—A la persona que está por ahí, quiero que me mires a los ojos voy a intentar voltear la cámara — habló él pelinegro — Escúchame, te he llevado hasta el final pensando en lo que dice mi corazón — se señaló el pecho — Y pensaba pasarte mi WhatsApp, pero me he dado cuenta que no te fuiste con los mil dólares, eres una ambiciosa — todos reímos — Quieres más de mil dólares, que fuerte.

—De hecho, la última ronda podría ser que se digan porque no deben elegir a la otra — ofreció Ded y todos aceptaron.

—Pero es que no sé qué decir — hable — Mi corazón de pollo no me permite hablar mal de Lizy, mírenla es un amor.

—Tampoco sé qué decir de Beth, la verdad.

—¡Queremos pelea! — grito Roberto y reímos.

—Ari quiere proponer algo — comentó Juan.

Su esposa se acercó a la cámara.

—Hola — saludo la castaña — mi amigo tiene que estar seguro, yo digo que cada una diga cuál sería su cita perfecta con él para que él puede elegir cuál le gustaría más.

Lizy empezó.

—De cita ideal pues ir por unos tacos o ir a cenar en Metropólitan o algo aquí cerquita.

—Beth, tu turno — habló Barca.

—Para mí la cita perfecta sería algo más privado, como preparar algo para comer juntos y jugar juegos de mesa o charlar toda la noche.

—Necesito un poco más de tiempo para elegir — pidió Mariana.

—Está bien, vamos a hablar en la otra sala — dijo Juan y los chicos desaparecieron.

—Suerte — mencioné para la rubia y esta sonrío.

—Igualmente.

—Me siento como en la Miss Universo esperando los votos — comenté y ella río.

—Esperemos que no tarden tanto.

Un par de minutos después los chicos volvieron.

—Osvaldito, es momento de que elijas amigo — lo animo Roberto.

—Estoy decidiendo con el corazón porque ya está roto al saber que hay gente interesada en estas alturas de la vida, espero que estos muchachos no inviertan en dinero y quiero que la otra persona se quede con cara de sapo viendo como no se llevó nada, cambio mucho las cosas cuando me dijeron que había alguien por el dinero porque si no era así, hubiera elegido sin más — se quedó callado unos segundos — Quiero pensar que Lizy... no has venido por el dinero.

—¡Lizy es la ganadora de Amor o Dinero! — grito Roberto.

—Nooo, Beth — habló Juan.

—Mariana, déjame decirte que la persona que venía por amor aquí era Beth — anuncio Barca — Pero también Lizy, efectivamente Mariana ambas personas venían por amor.

—Beth, ¿Algo que quieras decir antes de irte? — preguntó Juan.

—Pues que me siento bien triste la verdad, realmente no creí ni llegar al top 3 — los chicos rieron.

—Yo si quería que jugáramos jueguitos de mesa Beth — hablo Osvaldo.

—Ya no te creo nada, no pienso ser la The other Woman del Mariana, en fin, nada que The one de Taylor Swift y comer helado no puedan arreglar, Chicos y Lizy, fue un gusto conocerlos excepto al Mariana, chau — me desconecté, pero a los segundos me volví a conectar — Mentira Mariana te quiero — hice un corazón con las manos y salí.

Me saqué mis audífonos y me recosté en mi silla.

Estuviste a un paso Beth, luego tendremos más suerte. Me reconforte a mí misma.

Faltaba media hora para las once de la noche, así que me fui a calentar un poco de comida.