Capitulo 9

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Me había despertado a las siete de la mañana, dejé que Amón durmiera ya que aunque hoy estaría mejor, no podría asegurarme de que estuviera recuperado al cien por cien.

Estaba desayunando cuando Samuel entro al salón, llevaba ropa de deporte perfecta para la ocasión.
Hoy tocaba entrenar como todas las mañanas.

-¿Junier un no está despierto?- Dijo Samuel mientras colocaba dos tostadas en el tostador y se sentaba a mi lado en la mesa.

-Cuando pasé por su cuarto no estaba, pensaba que se había levantado ya pero, no esta en la casa.- Le di el último bocado a mi tostada de aguacate y me levanté para dejar el plato.

-Creo que deberíais hablar.- Miré a Samuel que no me quitaba ojo esperando ver mi reacción.

-Creo que si, pero hablaré con el cuando sea el momento.- Sabía porque Junier se comportaba distinto, pero no soy quien para meterme en sus asuntos.

-Desde que estamos todos aquí me he fijado varias veces que él...ya sabes.- Suspiré sabiendo a lo que se refería.

-Lose, quizás se merece el beneficio de la duda.- Samuel sonrió y se levantó para dejar el plato junto al mio.

-Bueno es hora de entrenar, no perdamos mas tiempo.- Ambos nos miramos sonriendo y salimos al jardín.

El jardín era bastante grande y al ser una casa apartada no tendríamos problemas de entrenar.
Me coloqué en el centro del mismo esperado que Samuel eligiera un arma; había desde cuchillos de los más pequeños, dagas, espadas, cuchillo daga, cuchillo barco incluso lanzas, arco, mazos y todo tipo de arma no de fuego que pudimos conseguir.
Samuel opto por una lanza, era de madera con detalles en plata y su punta acaba en un metal rojo.
Era una pena romperla, pero en un entrenamiento nada se sabe.

Me giré para tener mejor posición pero en ese momento un ráfaga de aire llegó a mi y materialicé una espada "Claymore", girando al instante, parando el ataque de Samuel y justo cuando las dos armas chocaron en un movimiento rápido patee el pie de Samuel mandándolo directo al suelo.

-No pares quiero atacar otra vez.- Le tendí la mano a Samuel y los dos nos posicionamos en formación de ataque.

Samuel no tardó en lanzarse hacia mi pero no pudo dar cuatro pasos cuando esquivé su ataque que iba directo al frente, me deslicé sobre el césped de rodillas y golpeé la rodilla de Samuel con el pie, cayó de inmediato pero vi sus intenciones de volver a atacar y esta vez agarré su muñeca y la golpee con mi codo a la vez que llevaba la hoja de la espada a su cuello.

-No me das respiro Alma.- Aparté enseguida el arma del cuello de Samuel y volví a levantarlo del suelo.

-Otra vez.- Dijo Samuel volviendo a la posición de ataque.

Esta vez ataqué yo primero; reaccionó rápido sujetando la lanza con las dos manos pero cuando estaba lo suficientemente cerca con mi espada partí la lanza a la mitad; dejé que se recompusiera y esta vez quise acabar de inmediato con él.

Hice el amago de engañarlo dando a entender por mis movimientos que atacaría a la parte superior de su pecho, este reaccionó a tiempo y levanto los pedazos de lanza tapando su pecho pero mis intenciones no era esas.
Al estar a centímetros de el justo cuando golpearía los trozos de lanza di dos paso a la derecha viendo la gran ventaja de haber dejado su cadera al descubierto.

Golpee sin hacer mucha fuerza ese punto y cuando cayó al suelo llevé mi espada a su garganta de nuevo.

-No es justo que cuentes con ventajas con las que siempre me ganarías.- Sonreí de lado y le tendí la mano de nuevo.

-Eso es cierto, porque no pruebas con uno que te de mas guerra.- Giré en dirección a la voz de Amón.

-No estas para pelear.- Dije en tono autoritario.

La oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora