La oscuridad.

Capitulo 21

-¡¡¡ALMA APARTARTE!!- Un golpe en mi cuerpo me lanzó al suelo.

Miré hacia donde estaban los demás esperando que estuvieran bien, solté el aire en mis pulmones al ver que nada les había pasado.
Pero algo manchó mi rostro de sangre.

Todo habia salido bien o eso pensaba.

-Tu nos has salvado hoy.- Junier abrazó mi cuerpo y ambos caminamos pero algo en el suelo sonó.

Una lanza atravesaba el cuerpo de Jubier; su punta estaba manchada de sangre pero logré ver que esta era negra.

-Junier...-

-Alma...- Su cuerpo cayó de lado.

El viento, los sonidos del bosque, las nubes... todo estaba en pausa.
No veía nada más que el cuerpo de Junier y la lanza que atravesaba su pecho.
Vi como Amón y Azacel corrían en su ayuda pero yo no pude.
Sus voces eran lejanas, todo era lejano, esa lanza....

Esa lanza era de punta negra, no hay cura para algo así.

Flashback...
(Esto ocurre en el primer libro cuando Junier le dice su nombre a Alma)

- Antes de nada, tu conoces mi nombre pero yo el tuyo no.-

- Junier.-

- Es un bonito nombre.- Conocía ese pero con mis pocos recuerdos poco podría hacer.

- Tu nombre es mas bonito, además de toda tu.- Reí en mi cabeza cuando dijo aquello.

(Aquí Junier ayuda a Alma a liberar su poder la noche que estaban en aquel bar)

- Alma.- Mi mente se centro en aquella voz tan conocida para mi.

- Junier.-

- Libéralo.- La presión en mi pecho y garganta me corto la respiración.

- Junier ayúdame quiero salir de aquí.- Mis piernas fallaron y caí al suelo de rodilla.

Sentía las manos de Azacel agarrarme pero no podía hacer nada, mi cuerpo estaba paralizado.

- Alma libéralo.-

- No puedo.- Unas lágrimas cálidas caían por mis mejillas hasta llegar al suelo.

Podía escuchar la voz lejana de Azacel hablándome, pero no podía entenderlo.

- Puedes como has podido siempre con todo.- Mi cuerpo quemaba, algunas voces se hicieron presentes diciendo algo que no lograba entender.

¿Por qué siempre has estado para mi?

¿Por qué no has pensado mas en ti Junier?

¿Por qué tu debes morir en mi lugar?

-Apartaros.-No iba a morir.

Amón y Azacel me miraron perplejos y sin dudarlo, aún con la impotencia en sus miradas se apartaron.

Desde donde estaba notaba el débil pulso de Junier.

-Una oportunidad...- Susurré.

Hice desaparecer la lanza de su pecho y como si alguien lo estuviera agarrando lo levante del suelo.

-Alma..-Ya no podía aguantar más, sus ojos permanecían cerrados.

Estaba luchando por vivir y todo por salvarme.

-Me toca cuidar de ti ahora Junier.- Aquella frase que una vez me dije hizo que sacara fuerzas y consiguió abrir los ojos.

-No dejes de mirarme Mi Ángel Guardián.- Entonces desplegué mis alas.