La oscuridad.

Capitulo 17

NARRA ALMA

Recuerdo haber entrado en aquel edificio, también recuerdo que me estaban esperando.
No estaba cabreada a decir verdad pero ver como los de seguridad disparaban sus armas contra mi, me produjo un malestar general.

Subí a la segunda planta sin problemas volviendo a repetir el patrón.
Los de seguridad atacaban y yo me defendía.
Repite varias veces aquella acción hasta llegar a la puerta marrón de grandes dimensiones.

Quizás estaba aliviada al haber matado a esas personas.

-Lo estabas.- (voz 1)

-Pero no del todo-

-Deseabas acabar con ellos, te hicieron daño en el pasado y solo les ibas a devolver el favor.- (voz 2)

-A lo mejor...-

-¿Por qué te engañas?- (voz 3)

-No quería ser una asesina y ahora tengo las manos manchadas con sangre.-

-Él desea acabar con los que una vez te hicieron daño.- (voz 1)

-Él quiere acabar con todos.-

-Nosotros somos fuertes Alma, tú eres fuerte.- (voz 3)

-Con él lo seré mas ¿cierto?-

-Él solo quiere tu bienestar, pero aún tiene que despertar y no tardará mucho.- (voz 2)

-¿Podré confiar en él? Todos hasta ahora me han fallado de alguna u otra manera.-

-Él eres tu y tu eres él, ¿no confías en ti misma?- (voz 1)

-Si.-

-Entonces será bien recibido, por todos.- (voz 3)

Abrí la puerta viendo que todos los presentes tenían armas, no les sirvieron de mucho.
Acabaron mutilados y siendo asesinados exceptuando uno.

-Aquel hombre merecía más.- (voz 1)

-Murió lentamente y después pude sacarle toda la información que queríamos.-

-Ahora ya tenemos un plan gracias a él.- (voz 3)

-Ahora se que tenemos que hacer.-

-Necesitamos aún algunas "cosas".- (voz 2)

-Será fácil dar con los apropiados.

-Él se pondrá muy contento si le ofreces un regalo de bienvenida así.- (voz 1)

-Entonces porqué no dárselo cuanto antes.-

-Todos estamos contigo Alma.-(voz 1,2,3)

Abrí los ojos de golpe al terminar la conversación.
La oscuridad del techo del cuarto no me impidió ver más haya de él; las estrellas, las nubes, la luna...

Era una preciosa noche.
Solo miraba el techo pero la presencia de Azacel en el cuarto era notoria.

-¿Sabías que cuando sueñas puedes entrar en mundos impresionantes?- No era una pregunta, más bien una afirmación.

-Alma.- No hacia falta mirar hacia él para saber que estaba frotando sus manos y con la cabezada agachada.

-Recuerdo una vez que fui a un mundo, era de colores llamativos, azul, naranja, lila, verde... eran colores increíbles.- Hice una pausa pensando mas detalles de aquel sueño.