-¡¡AZACEL CALMATE DE UNA VEZ!!- Andaba de un lado para otro por todo el salón, no había dejado de sentir esa calor en mi pecho y los nervios se apoderaron de mi.
-¡¡QUE NO ENTIENDES QUE ES ELLA, QUE ESTO QUE SIENTO ES POR ELLA, NO TENGO NI IDEA DE COMO PERO ESTA VIVA!!- Me paré en mitad del salón agarrando mi cabello con fuerza tirando de el.
-¿Cómo estas tan seguro de ello?- Me giré para lanzarle una mirada a Amón que hizo que retrocediera unos pasos.
-Estoy más que seguro de que es ella y no me rebatas nada porque tu no sabes que es lo que siento.- Me senté en uno de los sofás para poder comprobar que era real este momento y que no era una mala jugada de mi cabeza.
-Si es ella, y una vez me dijiste que tenías una conexión, sabrás donde esta ¿no?- Eso era cierto, antes podía saber donde se encontraba Alma en cada momento, pero ahora, no era capaz.
-Tengo que irme ahora.- Me incorporé del sofá y fui directo a mi habitación para coger una chaqueta y mi móvil.
-¿Pero a dónde vas?- Amón siguió mis pasos y se detuvo en la puerta de la habitación observando cada movimiento que hacía con nerviosismo.
-¿Que no ves que voy a ir a buscarla?- Una vez tuve todo, salí de la habitación pero antes de llegar a la puerta Amón me detuvo.
-No sigas una farsa esperanza Azacel, caerás mas hondo.-
-Si no quieres ayudarme quédate aquí y disfruta de la soledad del departamento, pero déjame buscarla, es lo único que tengo.- Amón me miraba como si estuviera pensando mis palabras con determinación.
Este sonrió de lado y dio una palmada en mi hombro.
-Te ayudaré a encontrarla.- Sonreí al escucharlo y ambos salimos del departamento camino al parking subterráneo del bloque sin perded mas tiempo.
Subimos a mi coche y salimos a la calle de ciudad.
-¿Y por donde empezaremos?- Mi vista se fijaba en la carretera evitando cada coche a mi paso.
-Por su casa, ella se preocupa demasiado por su familia y verlos es lo primero que hará.- Estaba seguro de que estaría allí.
-¿Y cuanto haces que no ves a su familia?- La preguntas de Amón estaban acabando con mi poca paciencia.
-Hace unas horas.- Este suspiró al escucharme.
-Hablo de hace cuanto no los ves en tu forma de humano, hablar con ellos en persona.- Hice un poco de memoria.
-Desde el entierro.- Me despedí de ellos ese mismo día diciendo que no podrían estar en ese maldito pueblo.
No volví a presentarme ante ellos y aunque muchas veces hablé por teléfono con sus padres siempre ponía alguna excusa para no ir en persona, no estaba preparado para entablar una conversación más profunda sobre ella.
-Entonces no puedes aparecer como si nada.- Ya habíamos salido de la ciudad y a la velocidad que íbamos no tardaríamos en llegar al pueblo.
-Claro que puedo y eso haré.- El último tramo de carretera y al fin habíamos llegado.
-Esta bien el pueblo, no puede compararse con la ciudad y tampoco es que me haga mucha gracia los bosques.- Dijo Amón observando el paisaje.
Pensé en Alma y en lo que disfrutaba caminar entre los árboles, conocía muy bien todos los caminos de este pueblo y sus recovecos mas ocultos.
-A ella le encantaban, podría pasarse horas andando y andando, se sentía libre sintiendo la naturaleza de este pueblo.- Miré por encima del hombro a Amón que seguía mirando por la ventanilla con una pequeña sonrisa en sus labios.
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La oscuridad.
Fiksi RemajaCONTINUACIÓN DEL PRIMER LIBRO: "Mi Luz". Qué fue de él sin ella. La perdió una vez más y quizás para siempre. Pero, ¿Y si ella esta viva? ¿Qué será de ambos ahora después de transcurrir un años? ¿Por qué Azacel no sabe nada de Alma desde aquella no...