Capítulo 9: por noventa días

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The tide has currently been thrashing around me again and again now

I've been drowning for a minute, your body keeps pulling me in, girl

- Chase Atlantic | Swim

A decir verdad, Tom no era solo un abogado, sino que era el director de toda la firma, de toda la empresa que su propio padre se había encargado de formar. Norman había creado toda una sede de abogados que trabajaban para la misma empresa, y Tom supo toda su vida que, en algún momento, debía ocupar su puesto.

Siempre había tenido casos tranquilos, pequeños, divorcios, adopciones, esas cosas que no generan un gran revuelo. Claro, que cuando eres famoso en el mundo de la abogacía cada caso que tienes termina siendo algo grande, y terminas ganando muchísimo dinero.

Pero a pesar de todo eso, no podía decir si la carrera le gustaba realmente, o lo aburría sobremanera. Así como no se decidía entre si lo que le gustaba era enseñar en el instituto, o verla a la idiota de Inez. Aunque para esto ya tuviera una respuesta definida.

En cuánto había mencionado haber regresado al estudio, no le había caído simplemente el caso de Derek, sino cinco más. Pero decidió que simplemente se encargaría del caso del hombre, y luego regresaría al trabajo. No podía permitirse pasar demasiado tiempo en el estudio, la gente era pesada y poco amable. Lo único que hacían era compararlo con su padre, sin importarle realmente su vida o sus propios proyectos.

Era una mierda, pero era su realidad.

───

Eran tres meses en los que se había encargado de lleno en el divorcio de Derek y su ahora ex esposa. Tres meses en los que no solo había dormido poco, y se había estresado sobremanera, sino que tres meses de no ver a Inez, más allá de alguna selfie en momentos random de su día.

En otro momento de su vida, hubiera celebrado. Sin embargo ahora... el sentimiento era distinto.

Se había propuesto verla todos los días de esos tres meses, pero siempre terminaban necesitándolo en su trabajo, fuera por ese caso o por otro. Cuando el director se encuentra en su puesto de trabajo, debe dirigir a todos los abogados, para variar. Como si fuera trabajo fácil. Y encima de ello, era una mierda. Y encima de toda esa mierda, estaba estresado.

Y encima de eso, no podía ver a Inez.


───

─Señor Hiddleston, ¿se encuentra libre? ─ preguntó una de sus secretarias mientras entraba a su despacho. Tom se concentraba en su computadora, siguió escribiendo mientras desvió la vista hacia la mujer.

─Estoy algo ocupado, en realidad ─ mencionó, dejando de escribir, pero haciendo un ademán a la pantalla. Verdaderamente no estaba tan ocupado, pero no quería ver a más gente vieja diciéndole lo que su padre hubiera hecho en su lugar. Quería privacidad.

─Entiendo.

─¿Pasó algo? ─ preguntó, con un fingido interés.

─Una señorita ha venido a buscarlo. ─ anunció la mujer ─ Le diré que está ocupado, no se moleste. ─ vio cómo, a pesar del reflejo, el cabello castaño, reconocible, se llegaba a ver del otro lado de la puerta de su oficina. Frunció el ceño, mientras deseaba que sea Inez y no otro viejo utilizando una peluca.

─Déjala entrar. ─ su tono salió de su garganta más desesperado de lo que le hubiera gustado.

Segundos después Inez apareció ante sus ojos. Llevaba una falda de jean y una blusa de mangas largas. Observaba todo el lugar con esa mirada curiosa que siempre aparecía cuando Tom le abría las puertas a un lugar nuevo. Él ya se estaba acostumbrando a que la muchacha hiciera eso. Dio un paso con la mirada, y luego sonrió.

Something There | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora