Capítulo 4: Entre bares y desvíos

240 23 0
                                    

When you look at me like that, my darlin', what did you expect?

I'd probably still adore you with your hands around my neck

- Arctic Monkeys | 505


─No estás bien ─ decía Derek

─¡Y tú no tienes ninguna especie de seguridad anti-encierros! ─ le dijo ella

─¡Rompiste una ventana!

─¿¡Debí haberme quedado allí hasta mañana!? 

─¡Rompiste una ventana! ─ repitió él, mientras veía un pequeño corte en el brazo de ella. 

─No soportaba más estar ahí dentro con Thomas, lo siento, ¿si? La pagaré. 

─No te haré pagarla, simplemente... tómate unos días, ¿quieres? 

─Derek ya te dije lo que opino al respecto

─No te lo estoy pidiendo como amigo, Inez. Tómate unos días. ─ le dijo de forma más formal, en esa maldita postura de director donde dejaba en claro que jamás discutiría respecto a su decisión. 

─¡Estoy bien! ¿Quién no tiene un mal día? 

─¿Eres consciente de que pudiste herir a alguien? ¿Qué crees que me dirían los padres si se enteran de que una profesora ha roto una ventana con una maceta, Inez? 

─¡Nada! ¡Porque fue pura supervivencia! Si me hubiera quedado, hubieras recibido quejas porque la profesora acababa de matar a alguien. A otro profesor. ─ exclamó ella.

─No creo que haya sido tan malo ─ dijo, ella se sonrojó sin querer, y mientras intentaba disimular, volvió a mirarlo con esa mirada asesina que solo le dedicaba a Tom, pero esta vez, podía variar.

Derek era tan jodídamente obstinado que ya sabía que aunque le insistiera por seis horas, él conseguiría lo que quería. Era increíblemente molesto, pero era la realidad. El hombre había llegado a Director por algo, después de todo, ¿cierto? 

En fin, se encontró guardando muchas de sus cosas en su bolso nuevamente, para irse a su casa. Mentiría si dijera que esos días "libres" le vendrían mal, porque a decir verdad el estrés de las clases era alto, más si se encontraba en el pasillo al hombre al que no había vuelto a ver desde el encierro del día anterior.

Se acercó a su auto mientras abría su bolso para sacar las llaves de éste, mientras sentía los tacones hacer sus pasos sonoros. 

─Tus jornadas laborales son cada vez más cortas, ¿o solo es mi idea? ─ escuchó detrás de ella, a una distacia prudencial. Supo quién era antes de girarse, ya que el hombre tenía una voz bastante característica y reconocible - al menos para ella-. 

Thomas se apoyaba contra uno de los muros por fuera del instituto, en el estacionamiento, y al momento en que ella le dio su mirada sarcástica e irritante de siempre, pudo notar que él tenía un cigarrillo en la mano.

─¿Fumas ahora? Como si no pudieras ser más predecible ─ dijo lanzando sus cosas dentro de su auto. Él alzó las cejas mientras se llevaba el cigarrillo a la boca. 

─¿Por qué te vas? No me veas así, es evidente que te vas. ─ habló él. ─ No me digas que te han despedido por romper una ventanita.

─Ya quisieras tú ─ replicó ella, Tom se encontró con la amarga sensación de que no, no deseaba que la despidieran. Bromear y molestarla se había transformado en parte de su día a día, tan rápidamente, que no había tenido tiempo de darse cuenta. 

Something There | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora