Why not me? |BajiFuyu|

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"¿Que tal si se dan un beso?"
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—¡¡Oye Chifuyu!!—Alguien entró al apartamento, por su voz, era una mujer, al verla bien, se parecía mucho a Chifuyu, como si fuera él en su versión femenina.

—¿¡Eh!?—El rubio se puso de pie rápidamente.

—¿¡Que estabas haciendo!?

—¡N-Nada!

—¡Ay! ¡Me va a dar algo, mi corazón!—Puso su mano en el pecho.

—¡M-Mamá!—Fue lo último que escuchó, para luego desmayarse.

Abrió sus ojos, se encontraba en el sofá acostada, el rubio estaba sentado a su lado esperando a que despertara.

—¡Mamá! ¡Estás bien!

—Sí lo estoy.

—Me alegro mucho.—Liberó un suspiro.

—Ahora me vas a explicar ¿Que fue lo que vi cuando entré?

—Y-Yo...

—No te había visitado desde que te mudaste, y la primera vez que vengo ¿Te encuentro así?—Sollozó.

—N-No es lo que parece, es solo que...—La rubia dirigió su mirada hacia el pelinegro quien estaba sentado en el otro sofá, ignorando completamente la explicación del rubio.

—¿Y tu quien eres?

—U-Un gusto, soy Keisuke Baji.—Dijo nervioso mientras acercaba su mano, la rubia la tomó.—Una disculpa por lo que vio anteriormente...

—¡Oh! ¡Así que tu eres el esposo de mi Chifuyu!

—¿E-Eh?–El pelinegro la miró confundido.

—¡Ay olvídalo, no hay problema! ¡No importa que se den cariño, es lo que importa después de todo.—Sonrió.

—M-Mamá, creo que estás entendiendo mal.

—¿Yo? ¿Entender mal? ¡Claro que no!

—Me temo que si, el no es mi esposo.

—¿Cómo no va a serlo? Si los acabo de ver en el piso, uno encima del otro.

—Lo que pasa es que...—Lo interrumpió.

—¡No necesito explicaciones!—Se levantó y se acercó al pelinegro.—Pues no estás nada mal, mi hijo tiene un muy buen gusto.

—Muchas gracias, señora.—Rió nerviosamente.

—¡No hay de qué! Y no me digas señora, de ahora en adelante, dime "Mamá."

—D-De acuerdo... M-Mamá.

—Estás entendiendo mal.—Habló el rubio.

—¡Haz silencio niñito!—El rubio se calló.—Muy bien ¿Qué tal si preparo algo de comer?—Se fue a la cocina.

—¿Qué acaba de pasar?

—Una disculpa, mi mamá es así, solo síguele el juego de que eres mi esposo.

—P-Pero ¿Por qué? Digo, no es un problema para mí... Pero ¿Y para ti? No estas casado conmigo y no sería bueno mentirle a tu madre...

—Tu sígueme el juego.

—Bueno...

—Y... ¿Cómo es la convivencia entre ustedes dos?—Habló mientras tomaba un sorbo de té.

—Ehh...—Ambos chicos se quedaron viendo.

—Muy bien, supongo...

—¿No ha habido problemas? ¿Todo tranquilo?

Ambos asintieron rápidamente.

—Y ya tuvieron...—Puso una sonrisa pícara.

—¡M-Mamá! ¡N-No hables de esas cosas!

—Bueno bueno.

Un silencio incómodo se hizo presente.

—Y... ¿Que tal si se dan un beso?

HOLAAAAAA!

Una disculpa por el capítulo tan corto, es que estoy en semana de exámenes y no me queda tiempo para estudiar y para escribir, pero espero les haya gustado 😸

La autora sin futuro se despide

BYEEEEEEEE