Valeria era una pequeña de 7 años que la noche anterior se había dormido sintiendose mal, pero que no se lo dijo a su padre, quien era doctor, porqué creyó que no era nada grave y que al despertar ya se iba a sentir bien, pero eso no paso. Al despertar supo que estaba mucho peor, pues estaba muy caliente y estaba sudando. Se sentía sumamente debil y con mucha dificultad se levantó de la cama para ir con sus padres. Toco la puerta del cuarto.
-Papi-dijo debil.
-¿Qué pasa mi amor?-preguntó su madre preocupada al verla.
-Me duele el cuerpo-dijo con lagrimas en los ojos.
Su madre se levantó de la cama rápidamente para ir a tomarla en brazos. Su papá no estaba en el cuarto.
-¿Dónde está papi?
-Se fue muy temprano a trabajar mi amor, le llamaron y le dijeron que había habido un accidente y que lo necesitaban.
Mariano era médico internistas y Amanda era diseñadora de interiores.
Amanda al tocar a su hija supo que tenia fiebre.-Voy a llamar a tu papá para ver si está desocupado, si amor-le dijo tranquila, pero estaba preocupada.
-Si mamá-puso su cabeza en en hombro derecho de su mamá.
Amanda llamo a su esposo quien estaba muy ocupado, pero le dijo que llevara a su hija al hospital y que buscará a su pediatra para que la revisara, que le avisara cuando llegara para ir con ellas. Amanda supo que llevar a su hija al pediatra sería todo un reto y más si Mariano no estaba con su hija, quien enferma era muy difícil de tratar.
-Mi amor, papá dijo que fuéramos al hospital con el pediatra.
-No mamá-empezó a llorar.
-Es necesario ir al hospital hija-dijo tranquila.
-No, quiero a mi papi aqui-no dejaba de llorar.
-Mi amor, papá está muy ocupado, no puede venir, pero cuando lleguemos al hospital él se va a encontrar con nosotras-dijo caminando al cuarto de su hija para quitarle la pijama y cambiarla.
Dejo a Valeria parada en la cama. Valeria ya no lloraba. La cambio con un pans para que estuviera comoda.
-Mami me duele la garganta-se quejo.
-Ya voy mi amor, ya vamos a ir al hospital.
Valeria empezó a llorar de nuevo. Le tenía un gran miedo a los doctores, aunque a su padre no, lo cual era un poco contradictorio. Amanda agarro a su hija en brazos y se fue a la cochera. Dejo a Valeria en el asiento trasero y le puso el cinturón, se subió a su carro y se fue al hospital. Manejo con mucho cuidado, cómo había tráfico Valeria se quedo dormida. Amamda estaba un poco preocupada por ella. Mariano le marco a su esposa y ella le dijo que ya iban en camino, que la niña estaba dormida. Colgo la llamada y al poco tiempo llego al hospital. Mariano las estaba esperando en el estacionamiento. Valeria se desperto y se puso a llorar de nuevo.
-Mi amor-le dijo su papá con mucho cariño-no llores, por favor, no me gusta verte mal-le beso la frente.
-Papi, no quiero estar aquí-dijo escondiendo su cabeza en su cuello.
-Ya lo sé amor, pero es necesario tienes fiebre-dijo-hola mi amor-le dijo a su esposa a quien beso dulcemente.
-Hola-dijo ella sonriendo-si mi amor, así a estado todo el camino.
-Ya hice la cita con el pediatra, esta algo ocupado, pero ya tenemos número, espero que ya haya atendido a más pacientes y no tengamos que esperar mucho-caminaron adentro del hospital.
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Miedo a las Agujas E Inyecciones
RandomNiños, adolescentes y adultos con miedo a las inyecciones y agujas