Era un niño muy travieso de 8 años que, por no hacerle caso a su madre, para que entrara a hacer su tarea, se quedó corriendo, se cayó y se cortó la mano derecha con un fierro oxidado. El corte era un poco profundo. Gael fue corriendo con su madre para decírselo, le dolía mucho.
- ¡Mamá! -dijo gritando y llorando.
- ¿Qué paso? -dijo preocupada al escucharlo.
-Me corte-dijo llorando más fuerte.
Le salía mucha sangre y eso hacia que estuviera más asustado. Se agacho para estar a su altura. Amelia le envolvió con papel la herida.
-Vamos a tener que ir al hospital-dijo su madre.
-No mamá-dijo asustado-me da miedo, por favor-dijo más tranquilo, pero todavía lloraba.
-Hijo-dijo con pesar-es necesario, tienes muy feo-le hablo con voz dulce.
Gael no quería ir al hospital, le tenía mucho miedo a las agujas. Amelia convenció a su hijo de ir. Al llegar al hospital Amelia y Gael tuvieron que esperar un poco para que los pasaran con el doctor. Gael estaba sentado con la cabeza agachada. A Amelia le daba pena ver a su hijo con mucho miedo. Al los quince minutos la secretaria les aviso para que pasaran al consultorio, él estaba calmado. Gael se levanto muy despacio y camino lento. Amelia le puso su mano izquierda en su hombro derecho para darle seguridad.
-Buenas tardes-dijo el doctor David.
-Buenas tardes, doctor-dijo Amelia amable.
Gael se escondió detrás de su madre. Parecía que su corazón se le iba a salir del pecho. David noto el miedo de Gael y sonrió.
-Hijo-dijo apartándose un poco-saluda, por favor.
-Mami-dijo con lágrimas en los ojos-buenas tardes-dijo despacito.
-Buenas tardes pequeño-dijo él sonriendo-siéntense por favor.
Los dos se sentaron en las sillas.
- ¿En qué les puedo ayudar? -pregunto sonriendo.
-Mi hijo se corto la mano derecha jugando-informo Amelia.
-Gael-dijo dirigiéndose al niño que no dejaba de ver el piso-vamos a la camilla-dijo poniéndose de pie.
-Vamos hijo-dijo Amelia poniéndose de pie.
-Mami-dijo llorando-tengo miedo.
-Yo se mi amor, va a ser rápido-le hablo con mucho amor.
Gael se paró. Su madre lo ayudo a subir a la camilla.
- ¿Me dejas ver tu mano? -pregunto David para darle confianza-Gael ¿con que te cortaste?
-Con un fierro-dijo bajito.
David quito el papel de la mano de Gael.
-Voy a curar tu mano-informo-te voy a poner un poco de alcohol-tomo una torunda y la puso sobre su mano.
-Me duele-se quejó.
Amelia tomo su mano izquierda.
-El corte es profundo-dijo el doctor-voy a tener que ponerle puntos.
-Mami-dijo llorando más fuerte.
-Es necesario-dijo David.
-Está bien doctor-dijo ella resignada.
-Mami no-suplico.
Amalia abrazo a su hijo, se quedó sentado en la camilla, para que estuviera calmado y dejara que el doctor hiciera su trabajo. David acerco todos los utensilios que necesitaría. Como ya había limpiado muy bien la herida, tomo una jeringa para ponerle anestesia a Gael, él al verla se le tiro a los brazos a su mamá.
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Miedo a las Agujas E Inyecciones
DiversosNiños, adolescentes y adultos con miedo a las inyecciones y agujas