Blanca

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La pandemia ya tenía más de un año, por fin habían desarrollado una vacuna y la estaban aplicando.

-Hola amor-dijo Manuel al llegar a su casa de su trabajo.

-Hola guapo-blanca fue a abrazarlo y besarlo.

Los dos comieron juntos. Manuel estaba buscando la manera para decirle a Blanca que debian de ir a aplicarse la vacuna contra el covid, pues era un requisito que le habían pedido en su trabajo y debía de cumplir con el, era obligatorio.

-Mi amor-dijo tranquilo-hoy en el trabajo mi jefe nos informo que debíamos de aplicarlos la vavuna contra el covid, es obligatorio para todos-dijo con pesar. A Manuel no le daban miedo las inyecciones, pero a Blanca si y quería ser empatico con ella, pues la amaba demaciado y lo último que quería era verla sufrir-se que te dan miedo amor, pero es necesario que tengamos la vacuna, no nos hemos enfermado por suerte y la vavuna nos va a dar mayor protección-le sonrío para darle confianza.

-Está bien amor, ni modo, voy a bañarme-se levantó de la mesa.

Manuel le sonrió. Blanca fue a su cuarto para bañarse, quería retrasar lo más posible la vacuna. Se baño con mucha calma y después de salir del baño se maquillo. Manuel fue a decirle que ese estaba haciendo tarde. Mientras que ella se arreglaba, él fue imprimiendo y llenando las fichas que necesitaban para ser registrados. 

-Te vez hermosa mi amor-le dijo abrazándola por la espalda.

-Gracias mi amor-dijo ella sonriendo viéndolo por el espejo.

Manuel dejo de abrazarla y se fueron al coche. Blanca y Manuel estaban en la fila en si coche para recibirla. Blanca se estaba poniendo muy nerviosa, pues desde niña les tenía un gran miedo, a sus 20 años aún no era capaz de perderles el miedo y su novio Manuel lo sabía muy bien. Cada que avanzaban los carros ella iba poniéndose más tensa.

-Blanca mi amor, calmate, estas muy tensa-le dijo con cariño.

-Mi amor, tengo mucho miedo-dijo tensa.

-Ya lo se mi vida, pero debes calmarte.

Manuel trataba de calmarla, pero parecía que con sus palabras lejo de calmarla se ponía más nerviosa. Blanca no quería que llegara su turno, pero a ella se le hacía que los carros iban avanzando demaciado rápido para su gusto y estaban avanzando. Manuel en señal de apoyo le tomo la mano izquierda con su mano derecha, eso le dio un poco de tranquilidad, pero al ir llegando todo lo ganado se perdió, cuando Blanca estaba muy tensa y estresada se tronaba los dedos Manuel le dolia verla asi, el chasquido de sus dedos lo ponían nervioso y no le gustaba pasa nada que hiciera esos ruidos. Blanca no quería que el coche avanzará, pero tenía que llegarse el tiempo de llegar a ser los primeros en la fila para ser vacunados.

-Buenas tardes me llamo Cindy, sou Trabajadora social-dijo una señorita-¿trajeron sus hojas para el registro?

-Si-dijo Manuel-aqui están-dijo entregándole las hojas.

Mientras que la trabajadora social revisaba que los papales estuvieran bien, el enfermero que les aplicaría la vacuna fue rellenando las jeringas, una vez que Cindy le dijo que estaba todo en orden, se acercó al coche para aplicarles la vacuna a los dos. Blanca quería salir corriendo del lugar, pero le dio pena que con 20 años no fuera capaz de soportar un pequeño piquetito, pero que para ella no lo era y su miedo era muchísimo más fuerte que ella.

-Podría vacunarme a mi primero por favor-pidió Manuel al enfermero.

-Si por su puesto-dijo él llenado al lado del conductor. Manuel abrió la puerta del coche.

Manuel quiso ser él el primero para darle confianza a Blanca que ya estaba apuntó de llorar.

-Descubras el brazo que menos usa por favor-pidió el enfermero.

Manuel era diestro, así que la vacuna debía ser en su brazo derecho. Subió un poco la manga de su playera.

El enfermo limpio su brazo con el algodón con alcohol.

-Vas a sentir un pequeño piquete-dijo destapando la aguja.

-Si esta bien-dijo Manuel confiando.

El enfermero metió la aguja con cuidado, a decir verdad a Manuel le dio un poco el piquete, pero no dijo nada para no asustar a su amada novia. Blanca nisiquiera estaba volteando a ver como era el proceso, pues estaba sumamente nerviosa y ya con lágrimas en los ojos, que los cubría con sus manos. El enfermero termino de aplicarle la vacuna a Manuel y fue por la jeringa que le correspondía a Blanca. Manuel al verla tenia sus ojos llenos de lágrimas pero poco le importaba que la vieran llorar, pues solo ella sabía de su gran miedo y no temía ser juzgada. Manuel se acercó a ella para abrazarla. El enfermero llego a su puerta y él la abrió. Blanca nisiquiera se movió, pues estaba aterrada.

-Amor, volteate para que te vacunen en el brazo izquierdo-dijo con cariño.

Ella solo lo hizo por inercia, no porque en verdad quisiera hacerlo. Manuel la tenía abrazada y le decía cosas bonitas al oído, pero Blanca ya estaba llorando.

-Vas a sentir un pequeño piquetito-dijo el enfermero limpiando su brazo con el algodón.

Blanca se puso muy tensa, solo dijo que si con su cabeza, pero que no estaba viendo nada, pues aún cubría sus ojos con sus manos. El enfermero penetro su piel con la jeringa.

-Au-dijo moviéndose bruscamente.

-No te muevas-dijo el enfermo introduciendo el líquido despacio.

-Ya va a terminar amor-dijo Manuel.

Blanca apretó sus dientes, tanto que la cabeza le dolió. El enfermo saco la aguja de su piel y le puso el algodón. Blanca al no sentí la aguja en su piel se sintió aliviada. Manuel tenia que moverse para que el siguiente carro pasara y manejo solo para moverse, más delante se detuvo.

-Ya paso cariño-dijo con mucho amor-no fue tan malo-le dijo sonriendo.

Blanca se tranquilizó y le sonrió a Manuel, los dos se besaron con pasión y volvieron a casa.

Miedo a las Agujas E InyeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora