Ana Parte 5

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Ana habia amanecido muchisimo mejor. Héctor se levantó para ir a prepararle el desayuno a su hijo. Héctor fue a ver a su hermanita.

-Hola enana-saludo entrando a su cuarto.

-Hola hermano-dijo ella feliz.

Héctor platico un ratito con su hermana, pero tenia que irse al colegio. Se despidió de su hermana y bajo para desayunar. Saludo a su padre con gusto. Cuando terminó de comer se fue a la escuela. Héctor fue a ver a su hija quien al verlo entrar fue corriendo para abrazarlo. Él la cargo.

-Mi amor, voy a ir a bañarme, para ir al hospital-dijo Héctor con pesar.

-Papi-dijo triste.

-Tenemos que ir al hospital, el doctor dijo que tiene que revisarte-le sonrío para darle ánimos.

Héctor se fue a bañar y Ana hizo lo mismo, cómo hacia un poco de frío Ana se puso un pans para estar más cómoda. Hector terminó primero que su hija y fue a hacer el desayuno para los dos. Ana bajo justo cuando el desayuno estaba listo. Héctor tenia un nudo en la garganta de ver a su hija tan triste, pero para su suerte ya sería la última inyección que su hija tendría que recibir y de cierta manera eso lo tenía muy tranquilo. Ana se comio todo el desayuno, pues su padre para consentirla le preparo su desayuno favorito, hot cakes. Al terminar de desayunar Ana y su padre fueron a lavarse los dientes. Bajo y espero a que su papá baja. Héctor le tenía un regalo preparado a su hija, queria premiarla por ser tan valiente. Fue a ponerlo en la cama del cuarto de su hija para que cuando volvieran del hospital ella lo encontrará.

-Vamos mi amor-dijo bajando las escaleras sonriendo para que su hija estuviera más tranquila.

-Si papá-dijo desanimada.

Héctor tomó de la mano a su hija y se fueron al coche. Ana se subió en la parte de atrás, su padre le puso el cinturón. El hospital no esyaba lejos de su casa y llegaron en 10 minutos. Ana cerró los ojos un momento, lo único que pensara era en que ya era su última inyección. Héctor espero a que su hija bajara del coche sola, no quería presionarla. Ana se bajó al verlo parado a su lado. Tomó la mano de su papá y caminaron a la entrada del hospital.

-Buenos días-dijo Héctor a la secretaria-vengo con él doctor Fonseca-le dijo amablemente.

-El doctor está atendiendo a un paciente, sientese por favor y ahorita lo llamo-le dijo ella también amable.

Héctor se sentó con su hija a un lado. Ana estaba muy nerviosa. Su papá le dio su celular para que viera un video y no se desesperara. El doctor tardo un poco en salir.

-Señor-le dijo la secretaria-Ana puede pasar-le sonrío.

-Gracias-dijo él regresandole la sonrisa.

-Papi-dijo Ana asustada.

-Ven amor-le dijo Héctor cargandola.

Héctor entró con su hija al consultorio. Ana ya estaba llorando. Tenía su cabeza escondida en el cuello de su padre.

-Hola pequeña-dijo el doctor con cariño.

-Hola doctor-dijo Héctor-amor te esta hablando-Héctor la regaño suavemente.

-Hola-dijo bajito.

-Sientese por favor-le pidió a Héctor.

Héctor se sentó con su hija en brazos.

-¿Cómo ha estado?-preguntó.

-Muy bien, ya no ha tenido fiebre y respira sin dificultad. He seguido todas sus indicaciones.

-Voy a revisarla-dijo parándose de su lugar.

Héctor se puso de pie con su hija. Eduardo tomó su estetoscopio para revisar sus pulmones. Héctor la puso en la camilla, pero Ana no lo soltó por completo. Eduardo no tardo en revisar a la niña.

-En efecto-dijo Eduardo sonriendo-Ana ya se encuentra mucho mejor, con esta última inyección la daré de alta.

Ana pensó por un momento que se liberaría de la aguja, pero no fue así. Héctor asintió con pesar por su hija. Eduardo empezó a preparar el medicamento. Ana estaba llorando bajito. Héctor la tomó en brazos. Ana puso su barbilla en el hombro derecho de su papá, él le sobaba la espalda. Eduardo terminó y le hizo señas. Él se acercó a la niña y le bajó su pans y ropa interior. Ana apretó a Héctor.

-Tranquila mi cielo-le beso la mejilla.

-Pequeña-dijo Eduardo pasandole el algodón con el alcohol por su nalguita derecha-no te pongas dura-le pidió al ver que ella estaba tensa.

Héctor beso a su hija de nuevo, le sobaba la espalda, le decia cosas bonitas al oido. Eduardo le quito el capuchón a la jeringa. Apretó el glúteo de Ana y metió con mucho cuidado la aguja.

-¡Au!-grito moviéndose bruscamentd-papi duele-le dijo llorando más fuerte.

-No te muevas pequeña, por favor-le pidió Eduardo.

-Ya va a pasar cariño-le dijo Héctor tratando que se calmara.

Eduardo metió el liquido un poco rápido y eso hizo que a Ana le doliera más.

-Listo-dijo Eduardo sacando la aguja.

-Muchas gracias doctor-dijo Héctor en forma de despedida.

-No es nada.

Héctor se despidió de él y también Ana quien ya no lloraba. Héctor salió del cuarto con su hija en brazos, al salir del hospital la bajó y caminaron al coche. Llegaron rápido a su casa. Ana se quiso acostar y se fue a su cuarto. Se sorprendió mucho al ver la caja que estaba sobre su cama y rápidamente la abrió. Era lo que hacía mucho le estaba pidiendo a su papá, una camara fotográfica. Héctor se alegro al ver a su hija feliz.

-Gracias papi-le dijo al verlo en la puerta.

-De nada mi amor, es porqué en estos días has sido muy valiente-la cargo de nuevo.

Ana le dio un beso en la mejilla derecha.

Miedo a las Agujas E InyeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora